El presidente Hugo Chávez está dando pelea en su ardua recuperación de un complicado cáncer pélvico. Así lo reportó el vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, quien ayer entregó a la Asamblea Nacional el informe sobre la gestión del Ejecutivo en 2012 y reveló que Chávez, convaleciente en La Habana luego de su cuarta cirugía, nombró a Elías Jaua como canciller y vicepresidente político de su gobierno. “Quiero anunciar que el presidente de la República acaba de designar ministro para las Relaciones Exteriores al compañero Elías Jaua Milano y, además, vicepresidente político del gobierno”, dijo Maduro ante el pleno del Congreso unicameral y las autoridades invitadas.

La ceremonia, transmitida en vivo por las televisoras estatales VTV y Telesur, fue breve –duró menos de media hora– debido a que Maduro se limitó a entregar el informe sin leerlo, pues el discurso ante el Parlamento corresponde exclusivamente al presidente de la República, según la Constitución. La entrega de la memoria y rendición de cuentas de la Nación correspondiente a 2012 se realizó al vencer ayer el plazo legal, que se cumple 10 días después de la instalación de las autoridades parlamentarias para el primer período ordinario (enero-agosto) del año.

Desde que asumió el gobierno a comienzos de 1999, es la primera vez que Chávez no puede cumplir este trámite. El mandatario permanece internado en La Habana, donde el 11 de diciembre fue operado por cuarta vez en un año y medio, a raíz del cáncer que padece en la zona pélvica. Hace un año, su rendición de cuentas ante la Asamblea duró más de nueve horas y un mes después fue operado por tercera vez.

Jaua fue vicepresidente ejecutivo y ministro de Agricultura hasta octubre pasado, cuando dejó el cargo para competir en las elecciones de diciembre por la gobernación del estado Miranda, que retuvo el opositor Henrique Capriles Radonski. Entonces fue reemplazado por Maduro, quien conservó simultáneamente el cargo de canciller, del que se desprende ahora.

“Pudiéramos decir que nuestro comandante va remontando la cuesta, va avanzando y eso a nosotros lo que nos llena es de gran felicidad desde el punto de vista humano, pero también una gran felicidad patria”, indicó Maduro en una sesión del Consejo Federal de Gobierno. El vicepresidente, que regresó ayer de Cuba, indicó que Chávez está en batalla y que conversaron con él anteayer para ponerlo al tanto de los distintos planes de gobierno.

De acuerdo con el último reporte gubernamental, el presidente experimenta una evolución clínica general favorable y la infección pulmonar que se le produjo semanas atrás está controlada, pero aún requiere medidas específicas, que el gobierno no ha precisado, para atender una insuficiencia respiratoria. “Lo hemos visto en el día de ayer (lunes 14), lo actualizamos ampliamente sobre cómo nuestro pueblo va avanzando, sobre cómo se van consolidando los plazos del poder popular, de gobierno en la nueva etapa, de las fuerzas políticas de la revolución, de las distintas instituciones, de los planes”, contó el vicepresidente. “Chávez preguntó sobre aspectos al compañero Rafael Ramírez (ministro de Petróleo) y a cada uno de los responsables”, añadió Maduro.

El vicepresidente venezolano y la cúpula del chavismo permanecieron en La Habana durante el fin de semana y el domingo se reunieron con Fidel Castro y con su hermano Raúl, actual presidente de Cuba. Por otra parte, el vicepresidente venezolano denunció la existencia de un supuesto plan para incendiar el país y pidió a los dirigentes de la oposición que condenen la violencia y a las autoridades que actúen contra los responsables. “No estamos improvisando nada, tenemos información de un plan que ya el pasado fin de semana comenzó a ejecutarse en San Cristóbal, capital del estado Táchira, en la frontera con Colombia, lo cual es intolerable”, especificó la denuncia.

“Tenemos información de que se pretenden más actos violentos que vamos a dar a conocer poco a poco. Nosotros le hacemos un llamado a la dirigencia opositora a que con responsabilidad condene de dónde viene la violencia y a los violentos”, exhortó Maduro. Estos opositores buscan, insistió, celebrar la muerte y a través de esa muerte incendiar al país. El funcionario relacionó ese supuesto plan con los disturbios registrados a fines de la semana pasada en San Cristóbal, capital del estado andino Táchira, donde protestas de estudiantes universitarios opositores provocaron al menos 15 heridos, y con recientes y extensos cortes del suministro de electricidad en amplias zonas del país.

El gobernador de Táchira, el chavista José Vielma, denunció el sábado que entre los manifestantes hubo infiltrados paramilitares y personas del partido socialcristiano Copei que portaban pistolas 9 milímetros con municiones para crear caos. Vielma agregó ayer que los infiltrados en la protesta estudiantil portaban armas de mayor calibre, entre ellas morteros tipo lanzacohetes, y que formaban parte de un equipo coordinado por dirigentes opositores regionales y algunos profesores de las universidades locales Católica y de los Andes.