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› SHARON EXIGE APLASTAR A HAMAS, QUE LLAMO A LA MOVILIZACION GENERAL
Guerra abierta entre Israel y Hamas
Nueve palestinos, entre ellos un alto jefe militar de Hamas, murieron en ataques de Israel, que busca liquidar a la organización.s
Por Ferrán Sales *
Desde Jerusalén
El gobierno israelí y Hamas se han declarado la guerra abierta. Ayer, pocas horas después de que Ariel Sharon ordenara a sus tropas “aplastar” con todos los medios a los fundamentalistas, dos helicópteros de combate efectuaban una nueva operación de castigo contra Gaza provocando nueve muertos, entre ellos un alto responsable del ejército secreto de los fundamentalistas. Por su parte, la dirección del movimiento integrista ha llamado a la movilización general de todas sus milicias y ha recomendado a los extranjeros salir de Israel si quieren salvar su vida. Y los palestinos aseguraron que tanques israelíes han penetrado en la Franja de Gaza, partiendo el territorio en dos. La orden de Sharon fue implícitamente avalada por la Casa Blanca, que señaló a Hamas como “el problema” del proceso de paz.
Fue el tercer ataque de helicópteros israelíes en poco menos de veinticuatro horas. La operación se llevo a término el jueves a primera hora de la tarde, en el barrio del Jeque Raduan, uno de los baluartes más importantes de Hamas en Gaza, provocando la muerte de uno de los jefes de la milicia secreta fundamentalista Yasser Taha. En el ataque murieron además dos miembros de su familia; su esposa y su hija Afnane, de tres años de edad. El coche en el que viajaban, un turismo todoterreno, quedó absolutamente calcinado. El artillero de uno de los helicópteros de combate falló sin embargo el último disparo. El misil se desvió algunos metros del blanco e impactó entre un grupo de fieles de una mezquita cercana, justo en el momento en el que se encontraban orando. El error costo la vida de tres ciudadanos más y provocó al menos una treintena de heridos, según aseguró el director del hospital municipal de Shifa.
Este ataque se llevaba a cabo pocas horas después de que el gobierno israelí de Ariel Sharon enviara a todas las unidades militares una circular en la que se ordena “aplastar totalmente” a Hamas, utilizando “todos los medios” y “no respetando ninguna inmunidad”, como la que mantenía hasta ahora a salvo al jefe espiritual de la organización el jeque Ahmed Yassin, un anciano sexagenario y ciego que permanece inválido en una silla de ruedas.
Sharon, responsable personal de la orden, había asegurado en la reunión ministerial, con tono irónico y displicente, que Israel se veía obligado a asumir la destrucción de Hamas, ya que el primer ministro palestino Mahmud Abbas (Abu Mazen, por su nombre de guerra) “es un pollito sin plumas” y que “nosotros tenemos que ayudarlo a combatir el terror hasta que le crezcan las plumas”. Califico además a los líderes de la Autoridad Palestina de “bebés llorones” que “no hacen nada por combatir el terrorismo, dejan que el terror corra desenfrenado y se ponen a llorar cuando les pegan”.
La orden del gobierno israelí de aplastar a Hamas es la respuesta directa e inmediata al atentado contra el autobús de la línea 14 de Jerusalén, en el que murieron 16 personas (sin contar al terrorista) y más de un centenar resultaron heridos. Ayer uno de esos heridos murió en el hospital, con lo cual la lista de bajas fatales de anteayer subió a 18. Pero al mismo tiempo la orden es la respuesta a una larga historia de atentados, que este grupo fundamentalista abrió hace 16 años, fecha de fundación del Movimiento de la Resistencia Islámica. Desde entonces Hamas ha llevado a cabo 113 ataques suicidas contra Israel, 73 de los cuales los ha efectuado en esta segunda Intifada. En total causó 243 muertos y más de 1.450 heridos. Todo ello sin contar las víctimas en otro tipo de ataques, protagonizados por la Jihad Islámica (otro grupo integrista) y las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, afiliadas al movimiento Al Fatah, que preside Yasser Arafat. Todos estos movimientos suscribieron en forma conjunta el sábado pasado un comunicado rechazando el cese del fuego y otras medidas de Abbas en la cumbre de Aqaba, lo que fue seguido eldomingo por el comienzo de una nueva ola de atentados palestinos contra blancos israelíes.
La orden contra Hamas no ha intimidado a los fundamentalistas. La dirección de Hamas en el exilio ha llamado a todos los militantes y simpatizantes a una movilización general. “Llamamos a todas las células a trabajar rápidamente para provocar un terremoto como respuesta”, afirma el comunicado, al tiempo que exhorta a los residentes extranjeros a que abandonen Israel, si quieren salvar sus vidas. En una operación de propaganda, Hamas distribuyó ayer en Gaza volantes en los que se podía ver el rostro del primer ministro Ariel Sharon, asegurando que estaba buscado por terrorista.
La declaración de guerra total y abierta que se han intercambiado israelíes y palestinos amenaza con bloquear definitivamente la aplicación del plan de pacificación Hoja de Ruta, cuando justo acaba de cumplir una semana. El ministro de Asuntos Exteriores israelí Silvan Shalom aseguraba ayer que “si los atentados prosiguen no habrá más proceso de paz”. En un tono similar se manifestaba el responsable de Relaciones Exteriores palestino Nabil Shaath, al afirmar que si la situación de tensión se prolongaba ello podría conllevar el fin del gobierno palestino y del mismo primer ministro Mahmud Abbas, uno de los más firmes defensores de la aplicación de la Hoja de Ruta.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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