Sáb 14.06.2003

EL MUNDO

¿Quién dijo que habían terminado las grandes operaciones en Irak?

Casi un mes y medio después de que George W. Bush proclamara “el fin de las grandes operaciones militares en Irak”, los hechos lo desmintieron ayer: tropas estadounidenses mataron a 27 iraquíes y arrestaban a otros 72.

Por Luis Prados *
Desde Faluja

El teniente general estadounidense David McKiernan, máxima autoridad militar de las fuerzas de la coalición en Irak, ya había avisado el jueves: “Irak seguirá siendo zona de combate durante algún tiempo”. Tropas norteamericanas mataron ayer a 27 iraquíes leales a Saddam Hussein que les tendieron una emboscada en la ciudad de Balad, a 60 kilómetros al noroeste de Bagdad, y al menos otros 70 resultaron muertos el día anterior en el ataque a un “campo de entrenamiento terrorista” situado a unos 100 kilómetros más al norte. Y ayer apareció una carta atribuida a Saddam Hussein exhortando a los iraquíes a “expulsar al invasor”.
En los combates, que continuaban ayer, sólo fue herido un soldado norteamericano. EE.UU. está decidido a “erradicar a los baazistas, grupos paramilitares y elementos subversivos” y a no dejarse distraer en su proyecto de reconstrucción del país, pero el hecho es que más de ocho semanas después de la guerra sigue sin haber paz en Irak. El incidente de Balad se produjo cuando un grupo bien organizado de combatientes iraquíes atacaron con lanzagranadas un convoy de carros blindados de la 4ª División de Infantería. Los carros devolvieron el fuego, matando a cuatro atacantes y haciendo huir al resto. Luego, apoyados por vehículos blindados Bradley y helicópteros Apache, los persiguieron y lograron abatir a otros 23 “enemigos”. Balad es una población habitada mayoritariamente por chíitas, pero dentro de lo que los norteamericanos llaman el “triángulo sunnlta” de Tikrit, al norte, Faluja al oeste y Bagdad al este, y donde se produjeron en las últimas semanas los principales ataques contra sus tropas.
En los combates contra el campo guerrillero, que proseguían ayer y que al parecer son muy duros, participan la 101ª División Aerotransportada y fuerzas especiales de EE.UU. Los militares comprobaban ayer si entre los muertos o detenidos hay, además de ex guardias republicanos y fedayines, combatientes extranjeros, previsiblemente miembros de los miles de voluntarios árabes que llegaron a Irak antes de la guerra para defender el régimen de Saddam de la invasión angloamericana.
Esta ofensiva contra los leales a Saddam se enmarca dentro de la operación Península Strike, iniciada el pasado lunes y llamada así por un accidente geográfico del río Tigris en esa zona. En ella participan 4.000 soldados norteamericanos, principalmente de la 4ª División de Infantería, con base en Texas. Según los militares estadounidenses, los milicianos iraquíes están “bien equipados y muy preparados”. Hasta el momento, sus fuerzas han requisado de 70 a 80 misiles tierra-aire, más de 75 lanzagranadas y 20 Kalashnikov y detenido a más de 300 iraquíes, que están siendo interrogados. Desde que el presidente George W. Bush anunció el fin de las hostilidades en Irak el pasado 1° de mayo han muerto 40 soldados norteamericanos en diversas emboscadas –10 en las últimas dos semanas– y son ya más de 2000 los iraquíes arrestados.
Los responsables norteamericanos en Irak no quieren darle demasiada trascendencia política a estos ataques e insisten en que tanto el sur como el norte del país están pacificados y que sólo quedan pequeñas bolsas de resistencia locales en el centro. Como dijo en conferencia de prensa el jueves el teniente general McKiernan: “Por supuesto que hay chicos malos ahí fuera y por supuesto que vamos a ir a por ellos”. Pero el jefe militar también afirmó que “llevará tiempo localizarlos y detenerlos”.
Ese mismo día era abatido un helicóptero Apache, probablemente el primero desde el fin de la guerra, en una zona no revelada al oeste del país, y se estrellaba un caza F-16 en un incidente que está siendo investigado. Y ayer volvieron a tener lugar nuevos ataques contra las tropas norteamericanas en otras partes del país. Tres individuos dispararon sus rifles AK-47 contra una patrulla en Mosul, al norte, sin causar víctimas y soldados de la 137ª Brigada Aerotransportada lanzaron una operación en las cercanías de Kirkuk, donde fueron detenidos “74 sospechosos simpatizantes de Al-Qaida”, según la información oficial del ejército de EE.UU. Pero luego McKiernan dijo que esa filiación no estaba comprobada.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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