EL MUNDO › COREA DEL SUR DIJO QUE RESPONDERá A CUALQUIER PROVOCACIóN DE SU VECINO
Ante las amenazas de Corea del Norte, Seúl prepara un plan de contingencia de disuasión, y Washington ordenó desplazar un destructor con capacidad de interceptar y destruir misiles y una plataforma móvil con radar.
La presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, advirtió que su país responderá a cualquier provocación procedente de Corea del Norte. La mandataria se refirió en esos términos luego de que ese país declarara el estado de guerra entre ambas naciones y advirtiera que tiene previsto aumentar su arsenal nuclear. “La razón para la existencia de unas fuerzas armadas es proteger al país y al pueblo de Corea del Sur, así que si hay cualquier provocación, debemos responder fuertemente en la etapa inicial sin ninguna consideración política”, dijo la dirigente en la reunión que mantuvo con el ministro de Defensa, Kim Kwan Jin.
Park, hija del presidente del mismo apellido que creó la Corea moderna y que hace poco más de un mes se convirtió en la primera mujer en alcanzar la presidencia de Corea del Sur, insistió en la importancia y la responsabilidad de proteger al pueblo. El tono rotundo de la jefa de Estado se suma a la retórica belicista que crece en la península desde que Pyongyang lanzó un cohete espacial el pasado diciembre, que según Washington y sus aliados fue la prueba de un misil balístico, aunque Corea del Norte insiste en que su único objetivo fue poner un satélite en órbita. La consiguiente resolución de condena de Naciones Unidas y un paquete de sanciones fueron respondidas por Pyongyang con una prueba nuclear el 12 de febrero, que trajo más sanciones internacionales y una catarata de amenazas y represalias norcoreanas, mientras Seúl y Washington celebraban maniobras militares anuales conjuntas que generaron la indignación de su vecino del Norte.
El ministro de Defensa, Kim Kwan Jin, adelantó que prepara un plan de contingencia de disuasión activa para neutralizar rápidamente cualquier amenaza nuclear o de misiles balísticos procedente de Corea del Norte. El jefe de las fuerzas armadas explicó que para ello desplegará una “cadena mortal”, un sistema de ataque capaz de detectar, atacar y destruir los objetivos nucleares y de misiles balísticos del régimen comunista, a pesar de que estaba previsto para 2015. También indicó que planea adelantar el despliegue del sistema de defensa aérea de Corea del Sur, capaz de interceptar misiles o aviones de combate operando a entre 10 y 30 kilómetros de altura.
Ante las amenazas de Corea del Norte, Estados Unidos ordenó desplazar un destructor con capacidad de interceptar y destruir misiles y una plataforma móvil con radar, según informaron varios medios estadounidenses. Se trata del buque USS Fitzgerald, equipado con un sistema de defensa contra misiles balísticos, según indicaron al canal NBC fuentes del Departamento de Defensa que exigieron anonimato.
No obstante, las mismas fuentes insistieron en que no hay ningún indicio de que Corea del Norte esté a punto de realizar un lanzamiento de misil, en la misma línea de lo asegurado poco antes por la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
El buque USS Fitzgerald es uno de los 15 destructores de misiles que Estados Unidos desplegó en su momento para controlar las amenazas globales de misiles y llegó en octubre de 2004 a Japón para unirse a la Séptima Flota norteamericana. Por otra parte, según la cadena CNN, Estados Unidos también inició el desplazamiento a la zona de la plataforma naval SBX-1, que cuenta con un radar en su parte superior, para vigilar posibles movimientos militares norcoreanos.
El diario The Washington Post, por su parte, se hizo eco en su edición de ayer del temor de las autoridades estadounidenses, que creen que Corea del Norte realiza avances en la fabricación de bombas atómicas. Según fuentes en off, Pyongyang podría haber utilizado una bomba atómica con uranio altamente enriquecido en el test nuclear que realizó en febrero. Estas informaciones supondrían que el régimen comunista norcoreano tiene nuevas capacidades para el enriquecimiento de uranio.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, reiteró ayer que Estados Unidos se toma muy seriamente las provocaciones de Corea del Norte, pero aseguró que su país no ha visto de momento “acciones que respalden la retórica” hostil de Pyongyang. La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, reaccionó a la declaración de “estado de guerra” y la consideró como un nuevo paso retórico, aunque subrayó que Washington sigue vigilante para ver cómo se traduce esa amenaza en el terreno.
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