La ex presidenta chilena Michelle Bachelet presentó al equipo que la acompañará durante su campaña de cara a las elecciones presidenciales del 17 de noviembre próximo. “Tenemos un desafío bien enorme”, resaltó la candidata, en alusión a las primarias de la oposición que se realizarán a mediados de año, donde es amplia favorita, y llamó a su equipo a “ser capaces de sumar voluntades para dialogar”.

A su regreso hace una semana de Nueva York, donde trabajó durante dos años y medio como directora ejecutiva de ONU Mujeres, Bachelet (2006-2010) anunció públicamente su intención de presentarse de nuevo como candidata. Entre los integrantes de su comando se destacan Rodrigo Peñailillo, secretario ejecutivo; Alvaro Elizalde, jefe de Comunicaciones; Javiera Parada, encargada de Cultura; el senador Ricardo Lagos Weber, ex ministro portavoz de Bachelet, y Paula Walker, jefa de Prensa.

Ante una consulta periodística respecto de la educación en Chile, dijo escuetamente que cree “en el fin al lucro y que las instituciones funcionen normalmente”. Horas antes, la Cámara de Diputados de Chile había aprobado una acusación constitucional contra el ministro de Educación, Harald Beyer, a quien la oposición señaló de no haber fiscalizado el lucro en las universidades privadas y de faltas a la probidad.

“Paso”, respondió la ex mandataria cuando se le preguntó por declaraciones del presidente Sebastián Piñera. El mandatario había dicho el miércoles que los ciudadanos tienen derecho a pedir cuentas a un ex gobernante si pretende volver a administrar.

“Todos los candidatos tienen derecho a expresar sus opiniones, pero también tienen la obligación de responder las preguntas que la ciudadanía quiere hacerles, incluso aquellas que pueden ser incómodas”, señaló el presidente en un encuentro con corresponsales de la prensa extranjera. Piñera sostuvo que cuando un ex presidente aspira nuevamente a gobernar el país “tiene que plantear sus planes de futuro, pero es natural que también responda por lo que fueron los éxitos, los fracasos, los logros y las carencias de su gobierno”.

Pero el regreso de Bachelet hundió aún más la imagen del presidente. Según una encuesta divulgada ayer, Piñera cayó a un 30 por ciento de opiniones favorables, mientras las de la oposición subieron a un 44 por ciento.