EL MUNDO › EL SOSPECHOSO DEL ATENTADO EN EL MARATóN DE BOSTON PODRíA SER CONDENADO A MUERTE
Dzhojar Tsarnaev, acusado de matar a tres personas y herir a 180 con bombas caseras y de matar a un policía en su intento de fuga, está internado en un hospital de Boston consciente, en condiciones serias pero estables.
Dzhojar Tsarnaev, el sospechoso del doble atentado en el maratón de Boston de la semana pasada, fue formalmente acusado ayer de uso de armas de destrucción masiva y podría enfrentar la pena de muerte.
Las autoridades estadounidenses afirman que Dzhojar Tsarnaev, de 19 años, y su hermano mayor detonaron dos bombas la semana pasada durante el maratón de Boston, un atentado que dejó tres muertos y más de 170 heridos. Su hermano, Tamerlan, de 26 años, murió el viernes pasado en un enfrentamiento a tiros con la policía.
Tsarnaev, herido el viernes antes de su captura, está internado en un hospital de Boston en condiciones descriptas como serias pero estables, y medios locales informaron que ayer comenzó a responder preguntas de sus interrogadores tras recuperar el pasado domingo por la noche la conciencia.
Los cargos contra Tsarnaev fueron presentados por el gobierno y reflejaron la disposición de la administración del presidente Barack Obama de que sea juzgado ante un tribunal civil y de no aplicarle el status de “combatiente enemigo”, como habían reclamado legisladores republicanos.
En el sistema judicial militar de Estados Unidos, los acusados no gozan de todas las protecciones tuteladas por la Constitución. Tsarnaev, que es originario de la región rusa de Chechenia, pero que vivió diez años en Estados Unidos y está naturalizado norteamericano, no puede ser juzgado ante un tribunal militar, porque esto va contra la ley. “Es la forma apropiada de actuar. Vamos a procesar a este terrorista a través de nuestro sistema de Justicia Civil”, dijo el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, en su encuentro diario con la prensa. Recordó también que desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 se utilizó el sistema de Justicia Federal para condenar y encarcelar a cientos de terroristas.
La primera vista del juicio tendrá lugar el 30 de mayo, aunque se desconoce por el momento si el joven sospechoso podrá acudir. Pese a la gravedad de su estado, que le impide hablar, Tsarnaev comenzó el lunes a responder “esporádicamente” por escrito a las preguntas de la policía. Los investigadores buscan respuestas que permitan entender cuáles fueron los motivos que llevaron a los dos hermanos a perpetrar el atentado. Las hipótesis van desde una radicalización repentina de Tamerlan y su eventual influencia sobre su hermano menor a una frustración social propia de jóvenes inmigrantes en un país en el que vivían hace cerca de diez años, pese a la aparente integración de Dzhojar.
Además, la policía espera saber si ambos contaron con cómplices o si planeaban otros atentados. El jefe de la policía de Boston, Ed Davis, recordó que los hermanos Tsarnaev disponían aún de tres bombas de fragmentación rudimentarias cuando se enfrentaron con la policía, el jueves por la noche.
El secretario de Justicia, Eric Holder, informó en Washington de los cargos contra Dzhojar Tsarnaev, que incluyen “el uso de armas de destrucción masiva contra personas y propiedades que resultó en la muerte de tres personas y heridas a más de 200 personas”. De ser hallado culpable, Tsarnaev podría ser condenado a muerte o prisión de por vida, añadió el comunicado de Holder. De hecho, podría ser acusado de asesinato en el estado de Massachusetts, donde no hay pena de muerte, pero a nivel federal podría recibir acusaciones de terrorismo, en cuyo caso enfrentaría eventualmente una condenado a la pena capital.
Sin embargo, para que se pueda levantar una acusación de terrorismo, debe probarse la existencia de un complot y de planes premeditados de generar daños indiscriminados, lo que implica una serie de dificultades técnicas que pueden alargar y hacer más compleja la solución judicial de este caso. En este marco, continúa la polémica sobre si se le deben leer sus derechos al detenido, conocidos como “Miranda rights”, los que se suspenden cuando se considera que está en peligro la seguridad pública. La fiscal federal Carmen Ortiz, de origen puertorriqueño, es la encargada de preparar la presentación de cargos, que podrían tener que formalizarse en la habitación del hospital en la que está internado el detenido, rodeado de agentes.
Siete días después de los ataques, en tanto, Boston recuperó poco a poco su ritmo normal, aunque la febril actividad cesó simbólicamente ayer cuando las autoridades y decenas de miles de residentes hicieron un minuto de silencio para recordar a las víctimas, muchos de ellos congregados en las calles. Las campanas repicaron en las iglesias de la ciudad y del estado de Massachusetts tras el minuto de silencio observado a las 14.50 (las 15.50 en Argentina), hora en la que explotó la primera de las dos bombas, que fue seguida de la otra segundos después. Las concentraciones se repitieron en otras ciudades del país y el presidente Obama también se unió al minuto de silencio durante un acto privado y a puerta cerrada en la Casa Blanca.
Un total de 51 personas permanecen hospitalizadas por las heridas sufridas en los atentados, tres de ellas en condición crítica.
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