EL MUNDO › LA OPOSICIóN VENEZOLANA CRITICó LA REVISIóN DE LAS MESAS QUE LIDERA EL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
Mientras Capriles insistía en que se agotarán las instancias internas para demostrar las irregularidades del 14 de abril, rechazando la verificación del CNE, Maduro realizaba su primer viaje a Cuba como flamante presidente.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela iniciará la auditoría parcial de las mesas de las elecciones que le dieron el triunfo a Nicolás Maduro. Y dijo que el reclamo de verificación total que hizo el líder opositor, Henrique Capriles Radonski, quien impugnará los comicios, es inviable. La detención de un dirigente opositor tensó la situación política durante el fin de semana. La titular del CNE, Tibisay Lucena, anunció que hoy comenzará la auditoría sobre el 46 por ciento de las mesas que funcionaron en las elecciones del 14 de abril, y aclaró que ese organismo no puede acceder a las exigencias del ex candidato presidencial de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
“Luego de un largo análisis en el Consejo Nacional Electoral, pudimos constatar que es imposible aprobar la solicitud en los términos planteados, ya que no están previstos en el ordenamiento jurídico”, explicó anteanoche Lucena, por cadena nacional. Tras rechazar los resultados de los comicios que le dieron una ajustada victoria al oficialista Nicolás Maduro, por menos de dos puntos porcentuales, Capriles pidió el recuento del 100 por ciento de los votos y una comparación entre los cuadernos de votación, las papeletas y las actas de escrutinio.
“A quienes manifestaron inconformidad cuando se anunciaron los resultados electorales se les advirtió que las vías para recurrir los actos del Consejo Nacional Electoral están en la Constitución y la ley. Les asiste el derecho de impugnar la elección, pero también es su deber presentar las pruebas de ello”, expresó Lucena.
La titular del CNE se quejó de la actitud de la oposición. “Días después de aprobada la ampliación, voceros del equipo de Capriles introdujeron un documento distinto al primero, en donde solicitan revisiones impracticables porque están fuera del rango de lo que comprende una verificación ciudadana y de lo aprobado en sesión.” Detalló la funcionaria que la verificación que se pondrá en práctica apunta a verificar “el buen funcionamiento de la máquina, para comprobar la correspondencia entre el comprobante del voto y el acta emitida por la máquina”, por lo que “en ningún caso se trata de un nuevo escrutinio, y por ningún motivo afecta los resultados emitidos la noche del 14 de abril”.
Para Lucena, lo que presentó Capriles en su “un intento de impugnación” no es más que un “reporte de incidencias” sin “pruebas, hechos o denuncias” al Ministerio Público. “No son irregularidades masivas que hayan podido alterar el voto, y desconocen incluso la naturaleza misma del comprobante de votación”, destacó Lucena, quien anunció que la auditoría concluirá el 4 de junio. La MUD había anticipado la impugnación total a los resultados del 14 y hasta deslizó su intención de acudir a tribunales internacionales por lo que considera “violaciones” que se dieron durante el proceso.
“El problema que tiene la señora Tibisay es que ella recibe órdenes de su partido PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), y ellos NO quieren auditoría”, escribió Capriles en Twitter. El opositor insistió en que se agotarán las instancias internas y el caso será dado a conocer en el mundo entero. “Seguimos luchando por la verdad. Haremos todo lo que hemos dicho”, expresó.
Además, la oposición denunció una persecución. En la noche del sábado fue detenido en Caracas el general retirado Antonio Rivero, dirigente del opositor partido Voluntad Popular, acusado de estar vinculado con la ola violencia que estalló tras el triunfo de Maduro, donde murieron ocho militantes chavistas y un policía, informó el gobierno. La Fiscalía General confirmó la detención por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), su presentación a un tribunal de control, y precisó que Rivero será imputado por el cargo de promover desórdenes y rebelión.
Desde Cuba, el presidente de Venezuela ratificó la alianza estratégica e histórica de la isla, en su primer viaje al exterior desde su asunción como mandatario. “Cuba y Venezuela vamos a continuar juntos, trabajando”, remarcó al cierre de la XIII Reunión Intergubernamental, un mecanismo bilateral instaurado por los ex presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez en el año 2000. “Vinimos a ratificar una alianza estratégica, histórica”, subrayó. A su turno, Raúl Castro consideró a Venezuela “el mejor amigo de Cuba, como expresaba el compañero Fidel”. Las delegaciones de ambos países firmaron nuevos acuerdos para impulsar un total de 51 proyectos este año por un monto de unos 2 mil millones de dólares, con eje en el campo social.
Venezuela fue un aliado estratégico para Cuba desde la llegada de Chávez al poder en 1999, básicamente porque ayudó a la isla cuando el gobierno de Fidel Castro estaba al borde del colapso económico por la caída de la Unión Soviética y el bloque socialista a comienzos de los ’90. Caracas vende a la isla actualmente unos 100 mil barriles de petróleo al día en condiciones preferentes, y a cambio unos 32 mil médicos y otros profesionales de la salud cubanos trabajan en las misiones de salud que impulsa el gobierno venezolano. Existen también más de 30 empresas mixtas entre Cuba y Venezuela, la más importante en la industria petrolera, pero también en sectores como el transporte, el turismo, la agricultura y la producción de acero y níquel.
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