EL MUNDO › ENCUENTRO DEL MANDATARIO ESTADOUNIDENSE CON SUS PARES CENTROAMERICANOS
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se reunió ayer por primera vez con todos los mandatarios de Centroamérica en la segunda y última etapa de su minigira latinoamericana.
Obama llegó ayer por la tarde procedente de México, donde mantuvo un breve encuentro con su par mexicano Enrique Peña Nieto, convirtiéndose en el quinto mandatario estadounidense que hace una visita oficial a Costa Rica en los últimos 50 años.
Apenas llegado a San José, capital de Costa Rica, Obama y su comitiva se dirigieron hacia la Casa Amarilla, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde el presidente estadounidense mantuvo una entrevista bilateral con su par Laura Chinchilla. Después de esa reunión, ambos mandatarios ofrecieron una rueda de prensa ante cientos de periodistas.
En el Teatro Nacional de San José se reunió con los presidentes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), bloque político-económico conformado por la totalidad de los Estados de la región y la República Dominicana, con el objetivo de llegar a un compromiso conjunto en la lucha antidrogas, la inmigración y el intercambio comercial entre países.
Sin embargo, Obama encontró en Costa Rica posturas que cuestionan la política antidrogas que ha impulsado Washington en la región, donde el crimen organizado disparó los homicidios a casi 40 por cada 100 mil habitantes, cinco veces la media mundial, y con picos, como en Honduras, que duplican aquella tasa.
El SICA, creado en 1993 con la esperanza de consolidar la democracia y la paz y combatir problemáticas como el narcotráfico y la violencia, reclamó a Estados Unidos un mayor compromiso que vaya más allá de operaciones conjuntas, conforme a su responsabilidad de principal consumidor en el floreciente negocio de la droga. Los gobiernos centroamericanos consideraron insuficientes los 500 millones de dólares que Estados Unidos ha destinado desde 2008 para la Iniciativa Regional para la Seguridad en Centroamérica (CARSI, por sus siglas en inglés) y sostuvieron que sólo conforman una parte de la solución al problema.
“Vamos a pedirle que se enfoque en Centroamérica, necesitamos apoyo decidido del gobierno de Estados Unidos para atacar el enemigo común del narcotráfico, ya que lamentablemente los países de la región ponemos los muertos en una guerra que no empezamos”, dijo el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, antes de comenzar la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en el Teatro Nacional de San José.
Si bien la intención de Estados Unidos era usar la Cumbre para tratar aspectos económicos y comerciales, el guatemaltecto Otto Pérez, el salvadoreño Mauricio Funes y Lobo pusieron sobre la mesa el tema de la protección a los inmigrantes centroamericanos. Los mandatarios de la región decidieron aprovechar el momento, mientras en Washington republicanos y demócratas debaten una reforma migratoria que busque legalizar a los indocumentados y garantizar un mayor control fronterizo.
Obama reiteró su optimismo en conseguir la aprobación de la reforma migratoria este año. “Abrirá el camino a millones de indocumentados a ganar su ciudadanía” y evitará que “sean víctimas de abusos y explotación”, explicó al llegar a Costa Rica. El tema es clave para la región: cinco millones de centroamericanos residen en Estados Unidos y cientos de miles de familias viven de las remesas, que en 2012 alcanzaron los 12.000 millones de dólares, equivalentes a 7 por ciento del Producto Interno Bruto regional. “Vemos con buenos ojos la iniciativa que está impulsando (el presidente de EE.UU.), porque beneficiará a más de un millón de guatemaltecos”, subrayó Pérez antes de arribar a San José.
Obama también abordó en la Cumbre las relaciones con la región bajo el Tratado de Libre Comercio (TLC), que desde su entrada en vigor en 2006 elevó el comercio de 34.000 a 61.000 millones de dólares, y conversó sobre las posibilidades de inversión en energías limpias. Cuando todos los mandatarios terminaron de describir el estado de sus países y de plantear los temas de mayor interés para cada uno de ellos, Obama destacó las potencialidades económicas de la región. El SICA, fundado al calor del Consenso de Washington, siempre aspiró a funcionar como un bloque comercial capaz de negociar juntamente con los Estados Unidos.
Sin embargo, las conclusiones a las que llegaron los mandatarios en la Cumbre no quedaron plasmadas en ningún documento oficial, por tratarse de un encuentro “extraordinario” por la visita del presidente estadounidense. Hoy, Obama participará en un foro con empresarios de Centroamérica y emprenderá la vuelta a Washington hacia el mediodía, dando por finalizada su primera gira latinoamericana desde que reasumió la presidencia en enero de este año.
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