Tras pasar menos de 24 horas en prisión, fue liberado ayer el banquero español Miguel Blesa, ex presidente de Caja Madrid, después de pagar una fianza millonaria en el marco de una investigación por fraude financiero y mala gestión. Por unas horas, Blesa se convirtió en el primer gran banquero en pisar una cárcel como consecuencia de su presunta gestión fraudulenta durante los años en los que estalló la crisis financiera internacional, que en poco tiempo puso a España al borde del colapso.

El último caso de un alto directivo del sector financiero enviado a prisión ocurrió hace veinte años, cuando Mario Conde, ex presidente de Banesto, fue condenado por una trama de corrupción que estalló en la entidad, luego absorbida por el banco Santander. La diferencia es que Blesa, de 65 años, no está condenado; de ahí que haya pasado sólo unas horas en la madrileña prisión de Soto del Real, a la que fue trasladado anoche a última hora.

El ex directivo de Caja Madrid –entidad actualmente integrada en la nacionalizada Bankia– declaró el jueves durante varias horas ante el titular del Juzgado de Instrucción Nº 9 de Madrid, Elpidio José Silva, que lo investiga por dos causas. Su ingreso a prisión se deriva de la compra de un banco estadounidense, el City National Bank of Florida, cuya adquisición en 2008 pudo acarrear unas pérdidas de 500 millones de euros a Caja Madrid, según el magistrado. Por esta operación, el juez imputa a Blesa un delito societario de administración desleal o apropiación indebida en concurso con otros de falsedad de documento público, ya que la operación se llevó a cabo por el doble de lo que costaba y sin control de las autoridades madrileñas.

El magistrado acusa a Blesa de conducir a Caja Madrid al “colapso” y crear “la tormenta perfecta” en pleno “tsunami” económico al haber desembolsado un total de 754 millones de euros (927 millones de dólares) para adquirir el sexto banco privado del estado de Florida.

El juez envió a Blesa a prisión, eludible con una fianza de 2,5 millones de euros, porque consideraba que existe “riesgo de fuga” y ante la “posible destrucción de pruebas”. La familia del banquero se movilizó para conseguir los avales para la millonaria fianza, que fue depositada esta tarde en los juzgados. El juez decretó entonces la liberad de Blesa, que abandonó Soto del Real pasadas las 18.30 hora local, después de pasar sólo una noche en prisión.

El mismo magistrado también investiga a Blesa por la concesión de un crédito de 26,6 millones de euros sin garantías al empresario Gerardo Díaz Ferrán, ex propietario de Aerolíneas Argentinas, y quien se encuentra en prisión por otro caso relacionado con la quiebra del grupo turístico Marsans. En relación con esta causa, el juez ordenó la retirada del pasaporte de Blesa y su libertad poco después de que ingresara a prisión, aunque permanecerá recluido hasta cubrir la fianza del otro caso.

Estas dos causas contra Blesa, quien en 2010 fue relevado por Rodrigo Rato al frente de Bankia, fueron iniciadas por Manos Limpias, una organización derechista que está detrás de varias demandas por corrupción. Pero tanto Blesa como Rato –ex máximo directivo del Fondo Monetario Internacional (FMI)– también fueron denunciados por el partido de centroderecha Unión, Progreso y Democracia (UPyD), por estafa y apropiación indebida en relación con 71,4 millones de euros que recibieron ambos banqueros en retribuciones entre 2007 y 2011.

Asimismo, Blesa enfrenta una causa en la Audiencia Nacional relacionada con otro fraude, la comercialización de participaciones preferentes, que tiene como víctimas a muchos jubilados y pequeños ahorristas, y que fue iniciada por UPyD y un grupo vinculado con el movimiento de los indignados.

Miguel Blesa desembarcó en Caja Madrid en 1996 de la mano de su íntimo amigo José María Aznar, cuando el dirigente conservador llegó a la presidencia del gobierno de España. Y desde entonces, y durante más de 12 años, fue el cuarto banquero más importante de España.