EL MUNDO
› CONTINUA EN SUSPENSO LA PACIFICACION DE IRAK
Los okupas están preocupados
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo ayer que su gobierno no está nervioso por la situación en Irak, pese a que las tropas de su país sufren constantes bajas y que las armas de destrucción masiva siguen sin aparecer. Por otra parte, un soldado estadounidense murió ayer a causa de las heridas que recibió el martes en ataques que dejaron cinco heridos más entre los militares norteamericanos en Bagdad. Y también murió un infante de marina y tres soldados fueron heridos en una operación de desminado realizada ayer cerca de Kerbala. En tanto, el jefe de la diplomacia británica Jack Straw efectuó una visita inesperada a Bagdad. A todo esto, un sondeo realizado por la Universidad de Maryland registró que el 52 por ciento de los estadounidenses cree que la administración Bush “distorsionó” la verdad sobre las supuestas armas de Saddam.
“No nos vamos a poner nerviosos y nos iremos cuando el trabajo esté hecho”, afirmó Bush saliendo al paso para aclarar las dudas que ha suscitado la capacidad de las tropas estadounidenses para garantizar la estabilidad política y social de Irak, y para eliminar a los grupos que siguen atacando a sus tropas. Bush también se refirió a la posibilidad de que varios países contribuyan próximamente al esfuerzo militar para la estabilización y pacificación de Irak, y dijo que esa ayuda sería bienvenida. No obstante, matizó que esto no supone que el actual despliegue militar no sea suficiente. Pese a las declaraciones oficiales, fuentes militares citadas por los medios estadounidenses reconocieron que el Pentágono estudia la posibilidad de enviar más soldados y funcionarios civiles a Irak para atajar los problemas de seguridad y acelerar la reconstrucción. Al menos 23 soldados estadounidenses han muerto en Irak desde que Bush declaró terminados los combates en el país el pasado 1º de mayo, en ataques que la administración estadounidense atribuye a elementos leales al derrocado Saddam Hussein y a terroristas internacionales.
Al llegar a Bagdad, Straw se reunió con el administrador estadounidense en Irak, Paul Bremer. El canciller británico afirmó que Gran Bretaña no retirará sus tropas de Irak a consecuencia del aumento de los ataques de la resistencia iraquí contra las fuerzas angloestadounidenses. Por su parte, Bremer estimó que la reconstrucción del país continuaba “como estaba previsto”, a pesar de la lentitud del regreso a la normalidad de los servicios públicos esenciales. Esa fue la primera visita de Straw a Irak tras la caída del régimen de Saddam Hussein.
A causa del aumento de los ataques contra sus tropas, el ejército estadounidense comenzó el domingo la operación Crótalo del Desierto, la campaña más importante desde el fin de la guerra contra los partidarios del ex régimen unipartidista del Baas.