El máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverry, alias Timochenko, ratificó ayer que los miembros de la guerrilla no quieren ir a la cárcel tras finalizar el proceso de diálogo, pero aseguró estar dispuesto a entregar sus armas de llegar a firmarse la paz. “En la mesa de negociación estamos buscando ponerle punto final a ese conflicto y hay por lo menos dos partes involucradas en esto. ¿Si la salida es todos presos, cuántas cárceles habría que construir?”, se preguntó en una entrevista con La FM.

Dijo que “pareciera que solo cabe la prisión para los jefes guerrilleros, como si tanto militar, policía o político, incluidos gobernadores, ministros y hasta presidentes, no fueran los principales responsables de tanta atrocidad en Colombia”. Sin embargo, al hablar del de-sarme del grupo guerrillero, de ser fructífero el proceso que se desarrolla en La Habana, Timochenko dijo que sí estarían listos para entregar sus armas. “Si logramos un acuerdo de paz con justicia social, tengan la plena seguridad de que desde el guerrillero más antiguo hasta el más nuevo lo van a respaldar. En ese momento las armas quedarán relegadas a un segundo plano”, manifestó.

Ante la orden del presidente Juan Manuel Santos de dar de baja a cualquier guerrillero, incluido él, Timochenko indicó que le preocupa la creencia de Santos de que “para avanzar en la mesa de La Habana hay que poner sobre ella nuestros cuerpos destrozados por las bombas”. “Ya lo hizo con Alfonso Cano, es como si nosotros estuviéramos todo el tiempo diciendo planes para matar al presidente con la creencia de que sus sucesores amedrentados firmarían más rápido la paz, es esa mentalidad la que preocupa”, remarcó. Sobre el tiempo que está llevando el proceso de diálogo dijo que “es difícil avanzar cuando una de las partes le dice no a todo”.

Las FARC tienen toda la disposición y voluntad, que se reafirmó en una consulta interna con casi todos los cuadros, de jugársela por la paz con justicia social. El guerrillero también reconoció que, de firmarse el acuerdo final, quisiera tomarle la mano a Santos, pero dejó implícito que no habrá encuentro con el mandatario antes de ello. “Quisiera darle la mano al presidente el día que vayamos a refrendar el acuerdo final.”

También se refirió a una posible reelección presidencial y sostuvo que no se puede depender de la paz para llegar a ella. “Poner a defender la posibilidad de la paz con justicia social de un proceso electoral con la normatividad que por ahora existe es una mezquindad. Demuestra una visión muy estrecha de lo que está en juego, un futuro promisorio para la patria. A nosotros nos gusta cualquier gobierno dispuesto a concretar la solución política para acabar el conflicto colombiano”, manifestó.