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› SE DISPARA LA PROYECCION DE DEFICIT Y LA TASA DE INTERES ESTA TOCANDO FONDO
Ruinas nada más en la economía marca W.
La Casa Blanca se prepara para terminar este año con un déficit record de un 50 por ciento más alto que lo esperado– y la economía aún no arranca. Peor aún, podría entrar en deflación. Ayer, la Fed indicó que podría bajar más la tasa de interés, pero no queda mucho margen.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que recibió el gobierno con un superávit acumulado durante cuatro años de 577.000 millones de dólares, puede incurrir este año en un déficit sin precedentes de 455.000 millones de dólares, es decir un 50 por ciento más alto que el pronóstico de la administración Bush de hace cinco meses. Y, profundizando la impresión de que las cosas siguen mal, el presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Alan Greenspan, dijo ayer que las tasas de interés en el país se mantendrán bajas “tanto tiempo como fuera necesario” para reavivar la economía, y no descartó nuevos recortes.
La guerra, los recortes impositivos y un tercer año de una economía decreciente han llevado al déficit presupuestario de este año a 455.000 millones de dólares, afirmó ayer el Washington Post. Cada uno de los dos períodos fiscales presididos por Bush, y el actual con mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso, han registrado déficit crecientes del presupuesto federal, con 236.000 millones de dólares en el año fiscal 2002. El record de déficit presupuestario lo tenía hasta ahora el presidente George Bush, padre, que en 1992 terminó con un saldo negativo de 292.000 millones de dólares en las cuentas del gobierno federal. Después de décadas de déficit, el gobierno del presidente Bill Clinton logró en el año fiscal 1998 un superávit de 69.000 millones de dólares y mantuvo el balance positivo de las cuentas fiscales durante cuatro períodos.
El déficit suma presiones sobre la economía. Greenspan dijo ayer que la Fed está dispuesta a reducir las tasas de interés aún más si fuera necesario para impulsar la estancada economía y evitar una desestabilizadora caída de los precios, pero, a un 1 por ciento, sólo podría bajar un cuarto de punto más. Greenspan habló de optimistas perspectivas económicas con índices bursátiles crecientes y bajos intereses que faciliten nuevas inversiones. El objetivo sería conseguir que la economía creciera a un paso más rápido, dijo. Después de las palabras de Greenspan, los economistas locales no descartaron que en la nueva reunión del banco emisor en agosto se produzcan nuevos recortes de las tasas si la economía no muestra señales convincentes de reacción. Tasas de interés históricamente bajas, recortes de impuestos y mejores cotizaciones bursátiles “deberían ayudar la actividad económica en los próximos trimestres” en la mayor economía del mundo, dijo Greenspan ante la Comisión del Congreso de Servicios Financieros y Bancarios.
El mes pasado la Comisión de Mercado Abierto decidió recortar al 1 por ciento el tipo de interés referencial (el que los bancos privados pagan por dinero prestado por el banco central), el nivel más bajo de los últimos 45 años. Greenspan dijo que la tasa se volverá a reducir si la economía no reacciona. “Con una tasa de 1 por ciento todavía existe margen para seguir bajando las tasas, si la Comisión de Mercados Abiertos opina que es necesario”, argumentó Greenspan.
La Fed ha recortado esta tasa en 13 ocasiones desde principios de 2001 y se encuentra en su punto más bajo de los últimos 45 años con el objetivo de reavivar el consumo y los negocios en la alicaída economía estadounidense. Este organismo calcula que la economía crecerá entre un 2,5 y un 2,75 por ciento este año. Esto representa un recorte significativo del pronóstico de febrero de la Fed, que predijo un crecimiento para este año del 3,25 por ciento al 3,5 por ciento. El desempleo se encuentra en el 6,4 por ciento, la mayor tasa registrada en los últimos nueve años. Greenspan dejó en claro que uno de los objetivos principales de la política monetaria estadounidense es alentar la coyuntura económica, a diferencia del Banco Central Europeo, cuya máxima prioridad es combatir la inflación.
Los recortes impositivos de la administración Bush “deberían producir una rápida y apreciable recuperación del gasto del consumidor” con “consecuencias positivas en el consumo”, agregó Greenspan. En opinión del presidente de la Fed, las inversiones de las empresas estadounidensesremitieron debido al exceso de capacidad en muchos sectores económicos. Las dudas sobre el ánimo del consumidor, que conforma dos tercios de la economía estadounidense, llevaron a que muchas compañías se abstuvieran de emprender nuevas iniciativas. En el año fiscal 2000 el superávit llegó a los 236.000 millones de dólares, y durante la campaña electoral de ese año uno de los grandes debates fue en torno de qué haría el gobierno con el dinero que se esperaba para la década siguiente.
La combinación de lento crecimiento económico, alto desempleo, reducción de las recaudaciones de tributos –que para Bush son el mejor remedio económico– y el creciente gasto militar han abultado todos los cálculos del déficit para este año fiscal que concluye el 30 de septiembre. El gobierno de Bush había calculado que el déficit sería de 246.000 millones de dólares pero los economistas y el Congreso han ido subiendo la cifra.
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