Con las calles de Ciudad de México alborotadas por protestas, una economía que languidece y desafíos de seguridad, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, postergó un día su primer informe de gobierno para evitar a los manifestantes. Después de nueve meses en el poder, el presidente mexicano, de 47 años, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro) que gobernó el país de 1929 a 2000, está enfrentando obstáculos luego de un terso inicio.

“El presidente Peña Nieto tuvo aciertos muy destacados en sus primeros meses de gestión con reformas importantes que rebasaron las expectativas de casi todos, pero ahora viene lo difícil”, dijo Andrew Selee del centro de pensamiento Wilson Center de Washington. “Necesita instrumentar las reformas aprobadas y avanzar con reformas en materia energética, fiscal y financiera. Estos esfuerzos tocan intereses muy particulares y ya se ven las reacciones de sectores de la sociedad y poderes fácticos”, agregó.

Para Selee, Peña Nieto llega al informe “con una agenda muy intensa por delante y también mucha oposición de intereses afectados por las reformas, y tendrá que mostrar una claridad y firmeza en su visión para retomar la iniciativa que tenía hace unos meses”.

La tensión de las calles, con manifestaciones un día sí y el otro también, es moneda corriente en las últimas semanas en la capital. Las reformas educativa, energética y fiscal que impulsa el gobierno son las que enfrentan resistencia. En los primeros meses los cambios impulsados por el gobierno de Peña Nieto parecían destinados a hacerse realidad a todo ritmo gracias al Pacto por México. Pero su plan de modernizar el sector educativo con nuevas reglas para la evaluación, ingreso, permanencia y ascenso de docentes, restando injerencia a los sindicatos, puso en pie de guerra a los maestros más combativos, en su mayoría de los estados pobres. El proyecto de reforma energética para permitir el ingreso de capitales privados a la estatal Pemex, que todavía no empezó a discutirse en el Congreso, hizo tambalear el Pacto por México, del que forma parte la izquierda.

El presidente, que iba a dar su discurso el domingo desde un campo militar y luego viajaría a Turquía, optó por cancelar el viaje y cambiar la agenda para hacer una ceremonia más pequeña en su residencia el 2 de septiembre a las 10 horas. Para el domingo, día de la presentación escrita del informe, está prevista una gran marcha de maestros sindicalizados, junto a grupos como el movimiento estudiantil YoSoy132 y otros grupos sociales. Y mañana habrá una protesta encabezada por el líder de izquierda Cuauhtémoc Cárdenas, contra el proyecto de reforma constitucional en materia energética que busca permitir la participación privada en exploración y extracción de hidrocarburos.