EL MUNDO › LOS QUINCE MIEMBROS DEL CONSEJO DE SEGURIDAD VOTAN UN BORRADOR SOBRE DESARME, TRAS DOS AÑOS DE INDECISION
Si Siria no acata las condiciones del desarme, la disposición de la ONU abre la puerta a invocar el Capítulo VII (uso de fuerza), pero sujeto a la aprobación de una nueva resolución. La negociación establece que habrá “consecuencias” si no cumple.
El consejo de Seguridad de las Naciones Unidas consiguió un acuerdo importante sobre el conflicto en Siria. Según trascendió en la tarde del jueves, los cinco miembros permanentes lograron ponerse sorpresivamente de acuerdo en un borrador de resolución para eliminar el arsenal químico de ese país de Medio Oriente, un paso que pone fin a más de dos años de indecisión en este órgano clave de la ONU. Al cierre de esta edición, los 15 países miembros continuaban debatiendo antes de someter el borrador a votación.
El acuerdo ha sido calificado como un “avance importante” en el conflicto, así como una decisión “histórica y sin precedentes”. No es para menos: fuentes diplomáticas señalan que, si se aprueba, será la primera resolución vinculante sobre el conflicto sirio, algo que parece probable. Hasta la fecha, Rusia y China –dos aliados importantes del presidente sirio Bashar al Assad– habían utilizado su poder de veto para frenar resoluciones propuestas por países de Occidente contra el régimen sirio. Pero Rusia y Estados Unidos sí llegaron en Ginebra a un acuerdo para la eliminación de las armas químicas, y el acuerdo de este jueves es un resultado directo de lo que se consiguió en Suiza.
El borrador aprobado por las principales potencias representa un cambio concreto en comparación con la forma como se estaba desarrollando hace apenas unas semanas la respuesta de Washington a los ataques químicos en Siria de finales de agosto. Todavía están frescos en la memoria los comentarios del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre la parálisis del Consejo de Seguridad y cómo estaba dispuesto a atacar Siria sin el apoyo del ente internacional por excelencia.
Hace exactamente un mes, una de las portavoces del Departamento de Estado, Marie Harf, había dicho enfáticamente que no había razones para pensar que los esfuerzos en el Consejo de Seguridad terminarían siendo distintos a los fallidos esfuerzos previos. De ahí que un funcionario de esa misma entidad gubernamental dijera este jueves, en condición de anonimato y tras el anuncio, que “hace apenas dos semanas nadie pensaba que esto pudiera ser posible”. Por eso, este paso, aunque todavía es preliminar, recuerda que en términos políticos hay giros abruptos y decisiones que en poco tiempo pueden dejar de ser tan contundentes y definitivas como parecían en un principio.
Los representantes de Rusia y Estados Unidos ante Naciones Unidas, Vitaly Churkin y Samantha Power, respectivamente, comparecieron el jueves por separado ante la prensa para anunciar un borrador de resolución que sería sometido a votación ayer. “El secretario general Ban Ki-moon ha pedido de forma persistente unidad en el Consejo, y como parece que vamos en esa dirección, está esperanzado”, dijo el portavoz de la ONU, Martin Nesirky. Asimismo, anunció ante la prensa que antes de la reunión del Consejo, Ban participará con el mediador internacional, Lajdar Brahimi, y otros actores internacionales en un encuentro de alto nivel para preparar la conferencia de paz de Ginebra.
Los principales puntos del acuerdo y las posibles sanciones que recibirá el gobierno de Al Assad son que “no podrá utilizar, desarrollar, producir, adquirir, almacenar o retener armas químicas, ni transferir, directa o indirectamente, armas químicas a otros Estados o actores no estatales”. La prohibición se aplica tanto para los rebeldes como para el régimen. En caso del incumplimiento de esta resolución, “se impondrán medidas bajo el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas”, que regula la imposición de sanciones e, incluso, el uso de la fuerza autorizado por la ONU. Exige que actores no estatales “no desarrollen, adquieran, fabriquen, posean, transporten, transfieran o usen armas nucleares, químicas o biológicas, y sus métodos para lanzarlas”, y demanda que los Estados, en particular los países vecinos de Siria, denuncien “de inmediato” cualquier violación de este apartado al Consejo de Seguridad.
Siria deberá cumplir con “todos los aspectos” de la decisión del Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) sobre la “expedita destrucción” de las armas de destrucción masiva del régimen y su “rigurosa verificación”. Se establecerá una revisión de forma regular de la aplicación de la decisión del Consejo Ejecutivo de la OPAQ y de esta resolución, y solicitará que el director general de esa organización presente, cada mes, un informe al Consejo de Seguridad. Por último, reafirma que todos los Estados miembros evitarán proveer cualquier tipo de apoyo a actores no estatales que intenten conseguir, transferir o utilizar “armas nucleares, químicas o biológicas”, así como los medios para lanzarlas.
Estados Unidos, con el apoyo de Francia y Reino Unido, proponía un texto que invoque al Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, que abriría la puerta a sanciones o incluso el uso de la fuerza, a lo que se oponía Rusia, tradicional aliado del régimen sirio. Al final se optó por un texto en el que se abre la puerta a invocar a ese Capítulo VII, pero sujeto a la aprobación de una nueva resolución, y que establece que habrá “consecuencias” si Siria no cumple con sus compromisos internacionales.
Este acuerdo está firmado por Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia y China, y se estima que los diez miembros restantes, que no son permanentes, también podrían firmarlo en las próximas horas. Estos últimos son: Argentina, Australia, Azerbaiyán, Guatemala, Luxemburgo, Marruecos, Pakistán, Corea, Ruanda y Togo.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux