A un año de iniciadas las negociaciones de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Juan Manuel Santos, ayer retomaron el diálogo en La Habana. Ahora el objetivo está puesto en destrabar una agenda que se encuentra frenada en el tema de la participación política, con la guerrilla condicionando el avance a que se traten las 99 propuestas que presentó.

A un año del comienzo del proceso en Oslo y once meses después de la instalación de la mesa de diálogo de La Habana, la decimosexta ronda de conversaciones arrancó ayer en el Palacio de Convenciones de Cuba con el manifiesto propósito de ambas partes de lograr resultados. “Por ahora todo continuará en los ritmos y en la metodología establecida; eso sí, con renovada voluntad de avanzar hacia un acuerdo de paz”, afirmó el líder guerrillero Jesús Emilio Carvajalino, alias Andrés París.

No obstante, el guerrillero dijo que esta semana podrían estudiar con los voceros del gobierno un posible cambio de metodología para acelerar el ritmo en las conversaciones, según reseñó el sitio colombiano El Espectador. La necesidad de avanzar también fue ratificada anteayer, antes de viajar a Cuba, por Humberto de la Calle, jefe negociador del gobierno, que al cierre del anterior ciclo responsabilizó a las FARC por la lentitud del proceso. La demora en alcanzar acuerdos fue una de las principales críticas en Colombia a la mesa de La Habana, cuyo trabajo empezó el 19 de noviembre de 2012, tras la constitución del proceso de paz el 18 de octubre en Oslo.

El jefe máximo de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri o Timochenko, afirmó que la verdadera dificultad de la mesa de diálogo está dada por la necesidad de Santos de lograr resultados para justificar su reelección en mayo de 2014. Los negociadores de la guerrilla se refirieron ayer a las opiniones que la responsabilizan del lento transcurrir del proceso, aduciendo que existen construcciones mediáticas en Colombia que pretenden crearles una imagen de tortuga. En ese sentido, París indicó que el cierre de acuerdos sobre participación política, segundo punto de los seis pactados en la agenda, está en manos de los negociadores de Santos.

“Si ellos están dispuestos en estos nueve días a incorporar 99 propuestas que hemos presentado en la mesa que contienen nuestras formulaciones sobre el punto participación y reforma política creo que podemos cerrar en este ciclo”, aseveró el líder guerrillero. En tono más conciliador, París insistió en que, más allá de los tiempos del diálogo, lo importante es el compromiso de las partes con el proceso y su voluntad de trabajar intensamente como está formal y oficialmente establecido en el acuerdo. “Estamos aferrados a la mesa, estamos atornillados, ambas delegaciones”, insistió.

El único punto donde se logró un acuerdo hasta ahora es el de la cuestión agraria, en el que ambas partes convinieron las bases para llevar a cabo una reforma rural integral. En otro orden, París se refirió a la importancia de la propuesta del ex ministro Alvaro Leyva Durán, donde en uno de los puntos habla de un cese al fuego a partir del próximo 18 de noviembre, que permita también adelantar un desminado en todo el país. Desde el inicio de las conversaciones, Santos insistió en que el intento de lograr la paz debería llevar meses y no años.

En respuesta a eso, los guerrilleros subrayaron en varias ocasiones que la meta de poner fin al conflicto armado de 50 años no debe estar sujeta a presiones y plazos. Por otra parte, en sus declaraciones, las FARC celebraron la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz, que comenzó ayer y se desarrollará hasta mañana en Bogotá para idear una serie de mecanismos de refrendación e implementación de los posibles acuerdos de paz.

Asimismo, la guerrilla recordó en un comunicado que el asunto de la refrendación corresponde al sexto punto de la agenda. Se pronunció además porque la mesa de La Habana abra las puertas a la participación social y, en particular, a las mujeres para discutir todos los temas del proceso. Centenares de colombianas reivindicaron ayer la importancia de su papel en el diálogo entre las FARC y el gobierno en el que, según dijeron, no se sintieron representadas. Al mismo tiempo defendieron su potencial como actoras de paz en el posconflicto.

“Estamos pensando a futuro, nosotras le apostamos a que la mesa siga, a que se llegue a la firma de este acuerdo de paz y que podamos ser actoras visibles en el posconflicto. Vamos a mostrar cómo las mujeres en las regiones hacemos y construimos paz a diario”, señaló Migdonia Rueda Bolaños, representante del Colectivo de Pensamiento y Acción Mujeres, Paz y Seguridad, una de las nueve organizaciones que convocaron el evento. El representante de Naciones Unidas en Colombia, Fabrizio Hochschild, subrayó durante la inauguración de la cumbre la importancia de la participación femenina en los procesos de paz y la paradójica ausencia de las mujeres en la mesa de diálogo de La Habana.