EL MUNDO
› KISSINGER TEME SER DETENIDO EN BRASIL
Mejor no salir de casa
Henry Kissinger canceló una visita a Brasil por miedo a recibir una orden de arresto de la justicia chilena. Kissinger ya fue citado en Francia por el caso Pinochet y debió salir rápidamente del país.
El miedo no es zonzo, y Henry Kissinger tampoco. El rabino Henry Sobel, líder religioso judío de Brasil, dijo que el ex secretario de Estado norteamericano canceló la visita que realizaría en marzo a la metrópolis brasileña de San Pablo, aparentemente por temer las presiones contrarias de los grupos de defensa de los derechos humanos y la posibilidad de que quieran arrestarlo. “Se sabe extraoficialmente que Kissinger, tras ser informado de que ciertos grupos estaban protestando contra los homenajes a él en nuestro país, decidió evitar una situación políticamente desagradable y canceló el viaje”, expresó el líder religioso judío, en declaraciones que publicó ayer el diario Folha de Sao Paulo. El rotativo apuntó que, además de temer hostilidades por parte de grupos de derechos humanos, Kissinger teme ser detenido en Sudamérica, ya que la Justicia de Chile, por ejemplo, desea indagarlo sobre su participación en crímenes perpetrados durante la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).
Los organismos de derechos humanos de Argentina, Brasil y Chile acusan a Kissinger de haber colaborado activamente con las dictaduras militares sudamericanas en la década de 1970, durante el período en que se desempeñó como secretario de Estado. Al comentar el caso, Sobel, quien fue un activo opositor de la dictadura militar en Brasil (1964-1985), se manifestó “sorprendido” por las protestas contra la visita de Kissinger, quien sería uno de los invitados de honor de los festejos del 13 de marzo próximo, por el 65 aniversario de fundación de la Congregación Israelita Paulista (CIP). “Kissinger tiene antecedentes discutibles en la cuestión de Chile, pero yo pienso que los puntos positivos del estadista son mucho más fuertes que los negativos. Honestamente, no pensé que habría esa presión internacional”, dijo el rabino. Según Sobel, Kissinger había sido invitado para dictar una conferencia sobre las perspectivas de paz en el mundo tras los atentados terroristas de 11 de septiembre de 2001 perpetrados en Nueva York y Washington. Pero la perspectiva de dificultades y un antecedente –una citación del juez francés Roger Le Loire a declarar sobre Pinochet en París, de la que Kissinger escapó con escasa elegancia– se lo hicieron pensar mejor.