El ex premier italiano, Silvio Berlusconi, decidió vender una de sus mansiones, la faraónica Villa Belvedere que tiene en Macario, en el norte de Italia. También despidió a sus empleados, según informó la prensa italiana, que adjudica el hecho a la crisis económica que envuelve a Il Cavaliere. La lujosa mansión es una residencia histórica cuya construcción se remonta al año 700 y que perteneció a la familia noble de los Visconti de Modrione, destacó ayer el diario Corriere della Sera, precisando que el personal que trabaja allí hace años ya recibió la carta de despido.

La esposa del Cavaliere, Veronica Lario, quien se está separando de Berlusconi, dejó la mansión hace ya tiempo y vive en Milán. Según parece, ni Berlusconi –uno de los hombres más ricos de Europa– puede mantener los gastos que implica tener una mansión de esas dimensiones: los sueldos del personal equivalen a 1,8 millón de euros por año, mientras que solamente la seguridad cuesta casi 500.000 euros. Según el Corriere della Sera, la Belvedere no sería el único ahorro en el que piensa Berlusconi: Villa Gernetto, otra de sus mansiones, también en el norte del país, está vacía desde hace tiempo y se afirma que también podría ser vendida.

Además, el magnate se habría opuesto al pedido de su novia Francesca Pascale (28 años), quien le habría solicitado como regalo de Navidad una Harley Davidson. “Il Cavaliere considera que una moto de gran potencia sería un regalo ‘demasiado peligroso’ para la joven fidanzata (novia)”, destacó ayer la prensa italiana, según la cual la pareja pasará la Navidad entre las nieves de la región Trentino, acompañada por su fiel perro Dudú.