Pese a la renuncia del ministro de Economía y Finanzas, Fernando Lorenzo, la política económica de Uruguay se muestra estable y coherente y no es momento de esperar cambios importantes, coincidieron en señalar ayer analistas económicos y empresarios. Lorenzo entregó su renuncia al presidente uruguayo, José Mujica, poco antes de presentarse a declarar frente al Juzgado del Crimen Organizado, que investiga su presunta participación en la quiebra de la aerolínea uruguaya Pluna, hecho que tuvo lugar el año pasado. El actual presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, cercano al vicepresidente Danilo Astori, aparece ahora como el principal candidato para ser el futuro ministro de Economía y Finanzas. Por el momento, el titular del Interior, Eduardo Bonomi, se encuentra al frente de la cartera de Economía por expreso pedido de Mujica.

El mandatario uruguayo aceptó la dimisión de Lorenzo, que él mismo comunicó en una declaración a la prensa, y afirmó que el gobierno no tiene dudas sobre la integridad ética y el compromiso positivo con el interés nacional del saliente ministro y del presidente del estatal Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU), Fernando Calloia, que también es investigado por la Justicia. El jefe de Estado fue más allá y dijo que Lorenzo tuvo una actuación brillante y, por momentos, casi obsesionado con el interés del país.

Los márgenes para cambios en la política económica del país hacia orientaciones diferentes a la actual son muy estrechos, manifestó el economista Gabriel Oddone, socio de la consultora CPA Ferrere. Además, el gobierno ingresa en su último año de gestión y el presupuesto de gastos ya está aprobado, agregó el analista. Mujica, segundo presidente de izquierda en la historia de Uruguay, debe entregar el mandato el 1º de marzo de 2015 a quien resulte electo en los comicios de octubre de 2014. Desde la perspectiva de Oddone, en Uruguay no hay actualmente líneas de pensamiento o personalidades que impulsen cambios profundos en la política económica y, por ello, es seguro que la actual línea se mantendrá, más allá de quién sea elegido como nuevo ministro.

Además, el economista destacó que el propio presidente Mujica, al hacer pública la renuncia de Lorenzo, resaltó que el gobierno buscará continuar con su línea de trabajo. Oddone también consideró no haber percibido nerviosismo alguno a nivel local por la renuncia del ministro de Economía. “Obviamente hay conversaciones y consultas con y entre empresarios por el tema, pero son las normales”, agregó. Por su parte, el presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Javier Carrau, opinó que el gobierno tendría que seguir en una línea como la que impulsó Lorenzo.

Luego de señalar, en declaraciones publicadas en el diario conservador El País, que la CIU tuvo diferencias con el ministro saliente sobre el diagnóstico de competitividad, Carrau reconoció que por lo menos hubo un manejo estable, coherente y bien intencionado de la política económica. En este sentido, el presidente de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), Alvaro Queijo, coincidió en que la gremial no espera que se produzcan cambios en la política económica.

“Todo indica que Bergara será el sucesor, entonces se mantendrá la tranquilidad y la línea económica del gobierno”, dijo Queijo. Aunque matizó que es necesario que las autoridades afronten y ajusten el tema de la competitividad regional del país. El fiscal del caso Pluna, Juan Gómez, pidió que Lorenzo y Calloia fueran procesados sin prisión por el delito de abuso de funciones. No obstante, los abogados de los funcionarios presentaron un recurso de inconstitucionalidad que retrasó la decisión judicial antes de que la Suprema Corte de Justicia analice el recurso.

Además de los ahora ex funcionarios, el fiscal pidió procesar a otras cuatro personas dentro de la megacausa Pluna, entre ellos al ex presidente del directorio de la línea uruguaya, el argentino Matías Campiani, según la denuncia presentada en su contra luego de la quiebra de la aerolínea, en 2011.

La jueza Adriana de los Santos accedió a la petición del fiscal y procesó con prisión efectiva a Campiani y sus socios Sebastián Hirsch y Arturo Alvarez Demalde, los tres integrantes del grupo argentino Leadgate, que fue el principal accionista de la quebrada aerolínea uruguaya entre 2007 y 2012, todos acusados de haber cometido un delito continuado de estafa especialmente agravado.

Gómez pidió además, por falsificación de documento, el procesamiento del escribano que participó de la subasta de los aviones de la ex Pluna, Pablo Seitún. La megacausa Pluna se compone en realidad de tres investigaciones a cargo de la jueza y el fiscal, entre ellas la denuncia por las irregularidades en el aval en el proceso de liquidación de la ex Pluna. También se indaga una denuncia presentada por el opositor Partido Nacional referida a irregularidades en la gestión de la firma Leadgate.

La tercera línea es una denuncia que presentó la petrolera estatal Ancap, en la que acusó a los jerarcas de Leadgate de pagar combustible con cheques sin fondo. Cuando se anunció la quiebra, el 9 de julio del año pasado, Pluna operaba unos 250 vuelos semanales desde y hacia Argentina, Brasil, Chile y Paraguay, alrededor del 80 por ciento del total de vuelos en Uruguay.