EL MUNDO
› EL PENTAGONO DESPLIEGA 200 ASESORES MILITARES EN GEORGIA
EE.UU. llegó a las puertas de Rusia
La ex república soviética de Georgia se convertirá en el primer país fronterizo con Rusia en albergar tropas norteamericanas.
Por Julian Borger *
Desde Washington
El Pentágono reveló ayer detalles sobre sus planes para extender la guerra contra el terrorismo a la ex república soviética de Georgia, incluyendo la propuesta de un despliegue de hasta 200 consejeros militares para ayudar a combatir a los sospechados de terrorismo, escondidos junto a las guerrillas chechenas en la región del desfiladero de Pankisi. Funcionarios norteamericanos aseguraron que ni Estados Unidos ni Georgia han tomado una decisión final sobre el programa de asistencia militar ya propuesto. Sin embargo, una vocera del Ministerio de Defensa de Georgia, Shorena Esakiya, dijo que se espera la pronta llegada de los expertos norteamericanos. “Los consejeros militares norteamericanos están viniendo a Georgia para ayudar en el entrenamiento de una fuerza de tarea especial para resistir a terroristas”, dijo Esakiya. La fuerza sería dirigida por Otar Shalikashvili, un asistente georgianonorteamericano del secretario de Defensa estadounidense Donald Rumsfeld.
La propuesta representa una mayor expansión de la influencia norteamericana en la región de Asia central y del Cáucaso, siguiendo el establecimiento de las bases en Afganistán, Kyrgyzstán y Uzbekistán, y los planes informados para el incremento de asistencia militar en Kazajstán. Pero la idea recibió una respuesta enfurecida de Moscú, donde el canciller ruso Igor Ivanov advirtió que el despliegue norteamericano en Georgia “podía agravar más la situación” allí, pero los funcionarios norteamericanos desestimaron la oposición rusa, argumentando que su objetivo estaba principalmente dirigido contra eventuales operaciones de combate norteamericanas. El Pentágono insiste en que los consejeros norteamericanos se involucrarían solamente en el entrenamiento. Rusia ha tratado infructuosamente de persuadir al gobierno georgiano del presidente Eduard Shevardnadze de llevar adelante operaciones conjuntas en el norteño desfiladero de Pankisi, donde las guerrillas chechenas están acompañadas principalmente de terroristas árabes del grupo al-Qaeda –posiblemente incluyendo algunos que huyeron de Afganistán–.
El enviado en jefe de los líderes rebeldes en Chechenia, Ahkmed Zakayev, recibió con agrado la perspectiva de que consejeros norteamericanos desembarquen en la región, afirmando que esto acabaría con el mito ruso de que las bases de los rebeldes chechenos estaban refugiadas en territorio checheno. “Los refugiados chechenos en Pankisi recibieron con gran satisfacción la noticia de que los norteamericanos y los británicos y la comunidad internacional van a terminar de una vez por todas con la afirmación rusa de que algún tipo de bases militares (de la guerrilla chechena) están ubicadas en Pankisi”, dijo Zakayev.
El presidente George W. Bush dijo que su ayuda en Georgia sería “principalmente equipo y asesoramiento técnico”. Bush dijo que eso sería coherente con la política de su administración de combatir a terroristas en muchos frentes. “Mientras haya gente de Al-Qaeda en cualquier lugar, vamos a ayudar a los países anfitriones a que los arranquen de raíz y a los lleven a la Justicia”, dijo.
En noviembre, Estados Unidos envió 10 helicópteros a Georgia para operaciones de apoyo en Pankisi, junto con un consejero militar norteamericano y seis contratados privados para ayudar a entrenar a los pilotos de Georgia para su uso. Svante Cornell, un experto en el Caúcaso de la Universidad Johns Hopkins que volvió recientemente de Georgia, dijo en noviembre último que se había producido un importante desbloqueo, cuando el presidente Shevardnadze despidió a los ministros de Seguridad Pública y del Interior, sospechados de corrupción desde hacía mucho tiempo. “Básicamente ellos estaban alquilando Pankisi a bandas chechenas, que son más criminales que terroristas –dijo Cornell–. Antes no era posible la ayuda de Estados Unidos.” También agregó que los narcotraficantes chechenos están conectados con Al-Qaeda y otros movimientos terroristas, y que había muestras recientes de una mayor presencia de Al-Qaeda en Georgia.
“Hay muchos árabes, principalmente egipcios, circulando por Georgia actualmente”, dijo Cornell. “Es un país ideal para Al-Qaeda, que necesita territorios con gobiernos débiles.” También dijo que la presencia militar en Georgia sería importante por dos razones más. Podría ayudar a asegurar rutas seguras, en primer lugar con una mayor base norteamericana que se construiría en Kyrgyzstán, y también al estratégicamente importante oleoducto desde el Mar Caspio hasta Turquía. Andrew Kuchins, el director del programa ruso y euroasiático en el Carniege Endowment para la Paz Internacional, dijo que el oleoducto era una fuente de tensión mucho menor entre Rusia y los Estados Unidos que lo que había sido el año pasado.
Martha Olcott, analista de Carnegie Endowment, dijo que, desde el punto de vista ruso, el plan norteamericano era “una cosa mala y una cosa buena”. “Catalogar a los grupos chechenos como terroristas es una cosa positiva para Moscú porque no tiene que manejarse por reglas normales de guerra cuando están combatiendo a terroristas... Entonces están ganando algo incluso si no están conformes con los Estados Unidos; están ahí en lugar de ellos”.
* De The Guardian, de Gran Bretaña, especial para Página/12.
Traducción: Giselle Cohen.