Al menos tres personas murieron ayer en Egipto en enfrentamientos entre policías y seguidores de los Hermanos Musulmanes, durante protestas enmarcadas en el primer día de la “semana de la ira” convocada por el movimiento islamista, en medio de la creciente represión de las autoridades. La violencia estalló después de las plegarias de los viernes, y las víctimas fueron un miembro de la Hermandad fallecido en la norteña ciudad de Damiata, otro hombre en Minya, al sur de El Cairo, y uno más en la capital.

En otro parte separado, el ministerio informó que 265 miembros de la Hermandad Musulmana fueron detenidos ayer en todo el país, entre ellos 28 mujeres. La policía debió emplear gas lacrimógeno en El Cairo para evitar que los estudiantes que apoyan al depuesto presidente Mohamed Mursi pudieran salir de su residencia universitaria, en el distrito de Nasr City, según informó el diario estatal Al Ahram. Los estudiantes respondieron lanzando piedras y bombas. Según la policía, los manifestantes arrestados portaban bombas incendiarias y panfletos con propaganda de los Hermanos Musulmanes.

El martes, el gobierno instalado por los militares tras el golpe de Estado de julio pasado declaró grupo terrorista a la Hermandad, a la que responsabilizó de un atentado contra una sede policial que causó 16 muertos en la ciudad de Mansura, en el delta del río Nilo. A pesar de que esa acción fue condenada por la cofradía y reivindicada por un grupo jihadista, las autoridades civiles de facto aprovecharon la ocasión y dieron un paso más en su lucha abierta contra los islamistas.

El jueves, las autoridades realizaron una serie de arrestos por pertenecer a una asociación terrorista, entre ellos al ex diputado del partido Libertad y Justicia, el brazo político de la Hermandad. En las masivas marchas de ayer, las principales en El Cairo, Menia y Demiata, la característica central fue la dureza de la represión policial, según declaró el portavoz de la cofradía, Mustafa al Jatib.

Además, tuvieron como elemento común las pancartas con el símbolo islamista de la mano con cuatro dedos levantados y la frase “terrorismo es el golpe de Estado”, en manifiesta alusión a la declaración de grupo terrorista de la Hermandad y al derrocamiento del ex presidente islamista Mohamed Mursi a manos del ejército, el pasado 3 de julio, tras masivas manifestaciones populares.