Los dos principales candidatos presidenciales de El Salvador, el oficialista Salvador Sánchez Cerén y el opositor Norman Quijano, se mostraron confiados en el triunfo, en la víspera de la finalización oficial de la campaña con miras a los comicios del domingo. Sánchez Cerén, del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), y Quijano, de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), cumplieron su penúltima jornada de campaña anoche. El aspirante del FMLN, también vicepresidente salvadoreño, reafirmó en una entrevista con Radio Maya Visión que no tiene ninguna duda del triunfo el 2 de febrero y que ganará en primera vuelta ante Quijano. Además, sostuvo que los salvadoreños tienen claro que en la contienda electoral sólo hay una opción (la suya) de cambio y de continuidad de la gestión del actual gobierno del FMLN, que preside Mauricio Funes.

Organizaciones juveniles salvadoreñas adhirieron esta semana a la candidatura del FMLN en un acto encabezado por el coordinador general del partido, Medardo González, como parte de las últimas acciones de campaña del oficialismo. Por su parte, el opositor Quijano también dijo a los periodistas que está seguro de su victoria e incluso adelantó que ya tiene escogido “al mejor equipo de gobierno en la historia del país” para enfrentar la grave crisis de inseguridad, pobreza y desempleo que enfrenta El Salvador.

Quijano señaló que él y su partido están luchando contra todo el aparato del Estado, controlado por el FMLN, y pidió a los salvadoreños que no se dejen amedrentar por nadie al ejercer el sufragio. Entre otras actividades, Quijano se reunió en la capital salvadoreña con los equipos de “defensa del voto” de su partido, al tiempo que su compañero de fórmula, René Portillo, encabezó un acto de campaña en el departamento occidental de Ahuachapán.

Coincidiendo con el último día de campaña electoral, Quijano clausuró la suya ayer con una concentración en la capital salvadoreña. Sánchez Cerén celebró un mitin en Soyapango, localidad ubicada a unos seis kilómetros al este de San Salvador, aunque terminó oficialmente su campaña en la capital el sábado pasado.

Cinco candidatos participarán en las elecciones del 2 de febrero, pero la disputa se centra entre Sánchez Cerén y Quijano. Las encuestas dan ventaja a Sánchez Cerén sobre Quijano, pero podría haber una segunda vuelta porque ninguno alcanzaría la mitad más uno de los sufragios. Un total de 4.955.107 electores están convocados para votar y elegir al nuevo presidente de El Salvador para el período 2014-2019.

Por otra parte, el ex presidente salvadoreño Francisco Flores, que gobernó entre 1999 y 2004 El Salvador y cuya gestión se recuerda por haber impuesto el dólar estadounidense como moneda nacional, está siendo investigado por supuestos hechos de corrupción que lo podrían llevar a la cárcel por varias décadas.

Flores, investigado por el destino de fondos millonarios donados por Taiwan durante su gestión, intentó salir a escondidas por vía terrestre, reveló anteayer el presidente salvadoreño Mauricio Funes. El ex mandatario es en la actualidad el máximo asesor de la campaña del candidato presidencial Quijano, quien debido a las múltiples denuncias sobre el sonado caso experimentó una sensible caída en las simpatías políticas de cara a las elecciones del domingo.

A Flores se le achaca haber recibido una millonaria donación del gobierno de Taiwan, que habría obtenido en cheques personales, sin ser reportados a la hacienda nacional ni ser auditados por las contralorías públicas. El presidente Funes, del gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), denunció anteayer que Flores intentó salir del país a través del punto fronterizo La Hachadura, pero cuando un empleado de Migración notó movimientos extraños en el vehículo, lo reportó de manera que se impidió su salida.

El jefe de Estado aseguró que Flores “quería salir del país para evadir la Justicia” sin reportarse a Migración como exigen las normativas, consignó la agencia Prensa Latina. El ex presidente es investigado por dos instancias estatales: una comisión ad hoc de la Asamblea Legislativa y la Fiscalía General de la República (FGR), que intentan averiguar el paradero de al menos diez millones de dólares que el entonces presidente recibió del gobierno de Taiwan para distintos proyectos y programas oficiales, pero que no ingresaron al erario.

Para asombro de los diputados que lo investigan, el 7 de enero Flores aceptó que había recibido cheques personales a su nombre en calidad de “cooperación no tradicional” de parte de gobernantes taiwaneses. Y aseguró incluso: “Recibimos 10, 15 o 20 millones de dólares”.

Anteayer, la comisión parlamentaria recibió nuevamente a Flores para volver a interrogarlo por el paradero de los millonarios donativos y el ex mandatario reiteró tres conceptos básicos: “No deposité cheques de Taiwan en ninguna cuenta; no me he apropiado de dinero de Taiwan y el dinero donado lo entregué íntegramente a sus destinatarios”.