EL MUNDO
› SHARON LANZO LA OPERACION MAS FUERTE EN CISJORDANIA
Esta vez va en serio, chicos
Israel inició ayer operaciones antiterroristas en profundidad en dos localidades de Cisjordania. El resultado fue una verdadera batalla.
Por Suzanne Goldenberg *
Desde Jerusalén
El ejército israelí entró ayer al mayor campo de refugiados de Cisjordania, bombardeó el enjambre densamente poblado de caminos y casas de concreto desde el aire y ocupó una escuela y otras posiciones estratégicas. Después de una noche y un día de fuego agotadores, los tanques israelíes recorrieron las tres avenidas principales de Balata, un campamento al sudeste de Nablus donde viven unos 19.000 refugiados palestinos, aplastando a su paso automóviles humeantes y piquetes de piedras y neumáticos quemados, e intercambiando fuego con una muchedumbre de hombres armados. El asalto a Balata y la invasión simultánea de otro campo de refugiados en Jenín marcan el esfuerzo más concertado del premier israelí Ariel Sharon de aplastar a los militantes palestinos en su propio terreno desde el comienzo de la Intifada.
La entrada de Israel en el campo de refugiados produjo la reacción inmediata de palestinos armados en el área de Belén, que abrieron fuego contra el asentamiento judío de Gilo. “Vamos a organizarnos en todas las áreas para escalar la violencia y aumentar las acciones militares contra Israel para probarle a Sharon que no podrá terminar con la Intifada por la vía militar”, dijo ayer Hussam Khader, jefe no oficial del campamento de Balata y carismático líder de Al Fatah, el movimiento de Yasser Arafat. Al menos dos personas murieron en el asalto a Balata, que empezó después de medianoche con misiles israelíes que alcanzaron las fuentes de energía del campo. Otras 100 personas resultaron heridas en el tiroteo posterior, que se hizo incesante. Otro hombre fue muerto en Nablus por una bala perdida mientras trataba de mover su coche hacia una zona más segura. Un soldado israelí también cayó muerto. En Jenín, seis policías palestinos murieron después de que los tanques israelíes entraran en la ciudad por tres frentes para rodear el campo de refugiados. También murió el hijo del jefe de policía de la ciudad.
Al mediodía, muchos de los aterrorizados residentes del campo aprovecharon el levantamiento del toque de queda del ejército israelí para salir de Balata. Pero la mayoría se quedó, con los tiradores palestinos disparando sobre las fuerzas invasoras desde las angostas calles que están fuera del campo de acción de los tanques, y niños que armaban bombas molotov. Soldados israelíes abrieron agujeros dentro de las frágiles paredes de las casas de concreto para pasar de una casa a la otra sin caer en medio del fuego palestino.
Hasta ayer, Balata era una plaza fuerte de los combatientes palestinos, que se paseaban libremente con sus M-16. La gente del lugar, que fue expulsada de sus casas en Jaffa y otras ciudades costeras cuando fue creado el Estado judío en 1948, apoya fuertemente la Intifada. Khader predijo ayer que la misión israelí va a fallar. “Su objetivo era capturar militantes buscados –y hay unos 63 en Balata– así como destruir la infraestructura de la revolución para detener el levantamiento en Cisjordania y Gaza –declaró–. Pero todos los que buscaban dejaron el campo con sus armas bien temprano a la mañana y continuarán la lucha igual que antes.” El ejército israelí tomó una escuela manejada por la ONU y el tercer piso del edificio donde vive Khader, encerrando a su esposa, su hijo y otras dos parientes mujeres en una pequeña habitación.
Las invasiones llegaron apenas horas después de que una mujer palestina cometiera un atentado suicida en un retén en Cisjordania, hiriendo a tres israelíes y a dos palestinos. Desde la muerte, la semana pasada, de seis soldados israelíes en un ataque comando contra un puesto militar israelí aislado en Cisjordania, Sharon está bajo intensa presión para reocupar áreas palestinas por parte de sus aliados de derecha en el gabinete, impacientes con su fracaso en frenar el levantamiento palestino.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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