Mariano Rajoy dio por terminada ayer la crisis que atraviesa España. “Hemos atravesado con éxito el Cabo de Hornos”, señaló el mandatario en su discurso en el debate anual sobre el estado de la nación, donde presumió de la incipiente recuperación económica en el país, a tres meses de los comicios europeos del 25 de mayo. “Iniciamos ya otra etapa”, proclamó el presidente del gobierno español. La polémica estalló cuando Alfredo Pérez Rubalcaba acusó a Rajoy de haber usado la crisis económica como coartada para hacer una política de derecha. El líder del Partido Socialista (PSOE) intentó desmontar el triunfalismo de Rajoy. “¿En qué país vive usted?”, disparó Rubalcaba al tomar la palabra en el inicio de un cara a cara entre ambos que tuvo lugar durante la cita parlamentaria más importante del año.

El presidente del gobierno español dio comienzo a una larga campaña electoral que tiene como objetivo la victoria de su Partido Popular (PP) en las elecciones generales de finales de 2015 en España. Esas elecciones son las primeras a nivel nacional a las que se enfrenta el líder conservador desde su llegada a La Moncloa en 2011. “Ahora sabemos que las medidas eran las acertadas”, justificó sus reformas económicas Rajoy. Es que la mejoría de la economía peninsular es el mejor programa electoral y el mandatario no lo disimula. Ayer recordó los buenos datos del turismo, de la balanza comercial, la importante baja de la prima de riesgo y la mejoría de la nota de la deuda española que acaba de hacer Moody’s alejándola del bono basura. “España era un lastre para Europa y ahora es parte del motor”, dijo.

Parapetado en la recuperación, Rajoy anunció que la economía crecerá este año un 1 por ciento y el que viene un 1,5 por ciento. Entre las elecciones europeas y las generales hay también elecciones locales y autonómicas en la primavera española de 2015. Desde que Rajoy cruzó el umbral de La Moncloa se destruyeron más de un millón de puestos de trabajo. Ahora mismo, con casi 5,9 millones de desempleados (más del 26 por ciento de la población activa), España ocupa el segundo puesto en la Unión Europea, por detrás de Grecia, en el ranking de desocupación. Justo antes de los comicios locales y autonómicos de 2015 será cuando entre en vigor la reforma fiscal que el PP presentará en marzo y beneficiará a 12 millones de personas.

El líder conservador anticipó que una de las medidas que contendrá su reforma fiscal será la exención del pago del impuesto sobre la renta a los que menos ganan, con un límite de 12.000 euros anuales. Un guiño a los que más padecieron la crisis económica de España. Las elecciones europeas están cerca y las encuestas, por el momento, no son nada halagüeñas. Si las perdiera, sería su primera derrota en elecciones a nivel nacional desde 2009.

Rubalcaba rebatió la descripción que Rajoy hizo de la situación de España nada más arrancar su intervención, que basó en la confrontación de la izquierda con la derecha. “Con la coartada de la crisis ha hecho lo que la derecha siempre quiso hacer y ni siquiera se atrevió a plantear”, lanzó el líder de la oposición, quien le recriminó implementar reformas siempre contra los más débiles. “Para millones de españoles las peores cosas están por delante”, señaló. Rubalcaba acusó a Rajoy de ser líder de la derecha y de haber convertido la legislatura en la apoteosis de la desigualdad.

El líder socialista fue más allá del marco económico y arremetió contra Rajoy por su recorte en derechos sociales, mencionando expresamente la polémica ley del aborto que impulsa el gobierno conservador. “Hoy le pido aquí que retire la ley por su dignidad. Las mujeres no necesitan la tutela de nadie para decidir por su propia maternidad”, instó Rubalcaba.

Tras un profundo hundimiento a partir de los comicios de 2011, el PSOE fue remontando poco a poco en las encuestas. La formación maneja sondeos internos que le hacen albergar la esperanza de poder recuperar La Moncloa dentro de dos años.