Jue 14.08.2003

EL MUNDO

La llamada del científico a Susan

La periodista de la BBC Susan Watts presentó ayer un audio con David Kelly, que le denunciaba presiones de los de inteligencia.

› Por Marcelo Justo

La grabación es apenas audible, pero contiene un par de bombas de tiempo para el gobierno del primer ministro Tony Blair. En ella el científico David Kelly afirma que el pasado septiembre el gobierno estaba presionando a los servicios de inteligencia para obtener cualquier tipo de información que justificara la guerra con Irak y que aprovechó deliberadamente una frase no corroborada, según la cual Saddam Hussein podía activar su programa de armas de destrucción masiva en 45 minutos.
En la tercera jornada de la investigación judicial que encabeza lord James Brian Hutton sobre el aparente suicidio de Kelly, el más importante experto británico en programas de armas biológicas de Irak, la sesión estuvo dominada por la llamada que el científico hizo desde Nueva York al celular de la periodista de la BBC Susan Watts y que ella registró en un grabador que sostuvo cerca del auricular. El llamado tuvo lugar el 30 de mayo pasado, al otro día que Andrew Gilligan emitiera en 19 oportunidades el informe radial en que citaba anónimamente a una alta fuente gubernamental –que luego se sabría que era Kelly– sobre la presunta manipulación gubernamental de la información de inteligencia.
Watts sospechaba que Kelly era la fuente citada por su colega Gilligan. Cuando el científico se lo confirmó, la periodista sostuvo una larga conversación para aclarar y profundizar lo que Gilligan había informado en su polémica nota radial. Tres partes del diálogo se destacan.
1. Acerca de la inserción de los famosos 45 minutos, revela la presión gubernamental: “Fue una declaración totalmente sobredimensionada. Estaban desesperados por conseguir información que pudiera darse a conocer públicamente y cuando apareció eso lo aprovecharon y eso fue muy desafortunado y es la razón por la que hay esta discusión entre los servicios de inteligencia y el gobierno”.
2. A la pregunta de la periodista sobre si Alistair Campbell, jefe de comunicación de Tony Blair, era responsable de insertar la frase sobre los 45 minutos, el científico responde que fue el gobierno, pero no sabe quién: “No, no puedo decir eso. Lo que puedo decir es que fue la oficina de prensa del premier. No conozco a Campbell. Pero creo que él es sinónimo con la oficina de prensa porque es responsable por ella”.
3. En relación con la semana anterior a que Blair diera a conocer el informe ante el Parlamento, el científico revela las dudas que había sobre el informe: “Había muchísimas cosas sobre las que la gente decía que no estaban tan seguros sobre eso, o no estaban seguros con el modo en que estaba escrito porque en general en los servicios son bastante cuidadosos con el modo en que frasean las cosas”.
La fuente de la frase sobre los 45 minutos era un iraquí que había proporcionado con anterioridad información confiable, pero la grabación de la conversación de Watts con Kelly añade un nuevo testimonio de las frecuentes improvisaciones en que incurren los servicios secretos de todo el mundo. “No tengo idea sobre quién fue la persona que lo entrevistó sobre esta información, pero muchas veces es alguien que no conoce nada del tema y la información sale y se usa para lo que se necesite”, le dijo el científico. En la conversación, Kelly aclara que no pensaba que el gobierno hubiera sido “abiertamente deshonesto”, pero que necesitaba simplificar el mensaje para saber que la gente lo entendería, “algo que usted debe entender como periodista”, aunque en el “fondo de su corazón debía darse cuenta de que no era exactamente así, pero es la única manera de decirlo en dos o tres minutos”.
En base a esta conversación, la periodista dio a conocer el lunes 2 de junio un informe televisivo en el que confirmaba la “incomodidad” que había en los servicios secretos, pero, a diferencia de Gilligan, no decía que Alistair Campbell había insertado a último momento el comentario sobre los “45 minutos”. En el diálogo con el juez James Brian Hutton, la periodista hizo hincapié en las diferencias entre su informe y el de Gilligan. “Kelly no me dijo que el dossier fue modificado en la última semana y no dijo que la frase de los 45 minutos fue insertada por Campbell o alguna otra persona en el gobierno. De hecho negó específicamente que Campbell tuviera algo que ver”, dijo Watts.
La periodista no pareció reparar en la frase de Kelly que se escucha en la grabación según la cual “él es sinónimo de la oficina de prensa”. El juez Hutton le solicitó a la periodista que se fijase en las notas que tenía de otra conversación que sostuvo con el científico: “Error poner eso. Campbell vio algo ahí, una sola fuente, no corroborada, pero suena bien”. Cuando el juez le preguntó cómo caracterizaría estos comentarios que Kelly le hizo tres semanas antes de la conversación grabada, la periodista respondió que pensaba que se trataba de “chismes, un comentario casi gratuito”.
La periodista añadió que la BBC la había presionado para que ella revelara que Kelly era su fuente. Según el testimonio de Watts, la cadena pública británica estaba muy preocupada por la virulenta ofensiva gubernamental. Alistair Campbell lideró esa ofensiva acusando a la BBC de “degradar el periodismo británico” con su sensacionalismo y rechazando categóricamente la afirmación de Gilligan. Por su parte, el director de noticias de la BBC Richard Sambrook negó que se presionara a Susan.

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