Por Julio de la Guardia *
Desde Jerusalén

Fuerzas especiales del ejército israelí mataron ayer a un dirigente local de la Jihad Islámica en la ciudad cisjordana de Hebrón. El ministro israelí de Defensa, Shaúl Mofaz, justificó la operación, asegurando que el presunto terrorista estaba a punto de perpetrar un atentado, mientras el viceministro palestino del Interior, Mohamed Dahlan, denunció un supuesto intento de sabotear la tregua del 29 de junio. Ambos se reunieron luego para discutir detalles de la Hoja de Ruta, cuya aplicación continúa estancada.
Según un comunicado oficial de la oficina del portavoz del ejército, Mohamed Sider, de 25 años, era el responsable de la rama paramilitar clandestina de la Jihad Islámica en el sur de Cisjordania. De acuerdo con la misma fuente, Sider había planificado varias emboscadas en la zona, que habían causado 19 muertos, entre ellos 12 militares, 5 civiles y 2 observadores del contingente internacional que supervisa la aplicación del protocolo de Hebrón. Por este motivo, Sider ya había sido anteriormente objeto de al menos dos intentos de “asesinato selectivo” por parte de las fuerzas de seguridad israelíes.
Ayer, a la tercera, lograron alcanzar el objetivo que se les había negado en las dos ocasiones anteriores. Tras rodear la tienda en la que se encontraba escondido y pedir con ayuda de un megáfono que se entregara con los brazos en alto, una unidad de elite del Tsahal lanzó varios cohetes antitanque contra el edificio, después de que Sider se pusiera a disparar y arrojar granadas contra los soldados. Finalizados los enfrentamientos, una excavadora militar arrasó el inmueble, ante el riesgo de que pudiera haber explosivos en su interior.
Uno de los portavoces de la Jihad Islámica, el jeque Bassam Assadi, anunció que su organización vengará la muerte de Sider. “Aseguro a nuestro pueblo que la resistencia hará que estos crímenes no pasen sin castigo”, señaló Assadi, en lo que aparentemente supone una amenaza similar a la pronunciada por Hamas la semana pasada, después de que dos de sus dirigentes fallecieran durante una incursión registrada en el campo de refugiados de Askar, del que luego partieron los dos terroristas suicidas que se inmolaron el lunes en Israel.
Concluida la operación, el titular israelí de Defensa, Shaúl Mofaz, se reunió con el enviado especial de EE.UU. para la supervisión del plan de paz, John Wolf. Tal como adelantara ya el primer ministro Ariel Sharon el día anterior, Mofaz transmitió a Wolf su intención de congelar la aplicación de la Hoja de Ruta –que plantea la creación de un Estado palestino con fronteras interinas a finales de este año y definitivas a finales del 2005– hasta que la Autoridad Palestina disuelva y desarme a las milicias en los territorios autónomos que controla.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.