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Bushness en Irak
Halliburton se había corrido, pero no tanto. El diario The Washington Post informó ayer que la empresa que fuera dirigida por el vicepresidente estadounidense Dick Cheney y dedicada, entre otros negocios, a las obras de ingeniería del sector petrolero, ha obtenido en Irak contratos sin licitación pública del gobierno estadounidense por valor de más de 1700 millones de dólares. Según unos nuevos documentos, la empresa estadounidense espera poder obtener millonarios beneficios en adjudicaciones del Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense.
Según los cálculos de expertos independientes mencionados por el diario, una tercera parte de los 3900 millones de dólares mensuales del costo del despliegue de las tropas estadounidenses en Irak son destinados al pago de los contratistas privados, lo que demuestra la dependencia cada vez mayor de las fuerzas norteamericanas de empresas privadas para llevar a cabo sus operaciones logísticas. La filial de Halliburton, Brown and Root, el mayor contratista privado del Pentágono en las operaciones logísticas en Irak, suministra y aprovisiona las bases estadounidenses en Irak y Kuwait, apoya a los 1200 oficiales de los servicios de inteligencia en suelo iraquí. Por otra parte, el diario The Wall Street Journal informó ayer de que los 350 millones de dólares que recibirá la estadounidense Bechtel en los próximos días forma parte de los al menos 1000 millones de dólares que Estados Unidos tiene previsto destinar durante 2004 para reconstruir la infraestructura energética en Irak. A la empresa de ingeniería, con sede en San Francisco, se le concedió inicialmente contratos de 18 meses por 680 millones de dólares para reconstruir aeropuertos, infraestructura de agua potable, energía, escuelas, carreteras y edificios gubernamentales.
Al igual que otras compañías, el trabajo de Bechtel en el país árabe se ha retrasado y ha aumentado los costos debido a los actos de sabotaje y pillaje. La decisión de conceder fondos adicionales a Bechtel, según el Wall Street demuestra que la administración Bush, subestimó el costo y la complejidad de la reconstrucción en Irak.