El gobierno de Colombia anunció ayer el inicio de un proceso de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda del país después de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). Las negociaciones se desarrollarán tras una fase exploratoria de cuatro meses y con una agenda a discutir que está siendo aún definida. A cuatro días de la segunda vuelta electoral para definir quién será el presidente en los próximos cuatro años, las dos partes reconocieron que aunque todavía están en “una fase exploratoria de conversaciones que se inició en enero”, en la agenda se incluirán acuerdos para reparar a las víctimas y la participación de los futuros ex guerrilleros en la sociedad. El presidente Juan Manuel Santos celebró el inicio del proceso y dijo que este nuevo diálogo, además del que ya existe con las FARC, “es la mejor garantía para el país de que el conflicto terminará para siempre y que nunca, nunca más, se va a repetir”.

“Las delegaciones y el ELN expresan a Colombia y a la comunidad internacional la voluntad recíproca de continuar con la fase exploratoria que permita acordar una agenda y establecer una mesa de conversaciones para llegar a la firma de un acuerdo final”, señala el comunicado conjunto de seis puntos difundido ayer por el gobierno, y que anunció antes la ex senadora Piedad Córdoba, líder de Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), encargada del anuncio por parte del grupo guerrillero.

En el texto, las partes prometieron que “darán a conocer periódicamente y de común acuerdo los avances y resultados de esta fase exploratoria”, y agradecieron a los gobiernos de Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela por la “buena voluntad y el compromiso que han expresado en el acompañamiento y garantías de este proceso”.

Por su parte, Santos aseguró que el anuncio se hizo ayer, a pocos días de los comicios, porque el proceso de La Habana con las FARC entró en su fase final. “La responsabilidad política de este proceso de paz recae sobre mis hombros, sobre los de nadie más. Este proceso integral de paz que involucra a las FARC y ahora al ELN es la mejor garantía para las víctimas y para el país de que este conflicto terminará para siempre”, remarcó el mandatario tras conocerse el anuncio.

A pesar de que el jefe de Estado no reveló detalles de este nuevo ciclo, señaló que no habrá cese al fuego ni despeje de zonas y que se realizará en el exterior para garantizar la imparcialidad. “Lo que yo pretendo, quiero y aspiro es terminar esta guerra con los dos grupos”, destacó Santos, quien insiste en que necesita “un período más para lograr la paz”.

“Hay que tener claro que el conflicto es sólo uno y por eso el proceso para poner fin al conflicto es uno”, argumentó el presidente. Santos añadió que “hasta tanto no queden acordadas todas las condiciones necesarias” no se dará el siguiente paso: “Una mesa formal de conversaciones con este grupo”.

En tanto, la ex candidata del Partido Conservador y jefa de campaña de Zuluaga, Marta Lucía Ramírez, tildó de “oportunista” el anuncio de Santos y el ELN. “Cuando viene de parte del jefe de Estado obedece a un oportunismo que verdaderamente se siente como una manipulación que da asco”, declaró. “¿Será que al ELN también lo van a dejar que siga atentando contra la infraestructura petrolera del país, será que va a tener licencia para seguir reclutando niños mientras que están conversando con el gobierno de Santos? La paz no es de Juan Manuel Santos, sino de un país que tiene que avanzar en negociaciones mientras haya transparencia en las condiciones de ese diálogo”, agregó Ramírez, quien consideró que la verdadera paz se logra con justicia.

Las versiones sobre un probable inicio de diálogo con el ELN se potenciaron hace meses cuando comenzaron a cerrarse los primeros puntos en la agenda del proceso de paz con las FARC en Cuba. En esa línea, se especuló con que Uruguay podía ser el lugar donde se realicen las negociaciones porque el presidente José Mujica manifestó en varias ocasiones su disposición a colaborar en el fin al conflicto armado y ofreció su país como sede de nuevas conversaciones de paz.

Meses atrás, el máximo líder del ELN, Nicolás Rodríguez, alias Gabino, había insistido en su intención de iniciar un proceso de paz como el que protagonizan desde 2012 el gobierno de Santos y las FARC en Cuba. Sin embargo, una serie de condiciones, entre las que estaba la liberación de todos los secuestrados, había frenado el diálogo con esa guerrilla de 2000 integrantes. A pesar de los acercamientos, a finales de 2013 Gabino había manifestado que no resultaba “fácil dialogar frente a un gobierno reaccionario, y neoliberal.”