El candidato a la presidencia de Uruguay Tabaré Vázquez habló de educación, drogas, aborto y desigualdad social durante su visita a Argentina. El ex presidente, que llevó por primera vez al Frente Amplio (FA) al poder en 2005, recibió ayer el título Honoris Causa de la Universidad Maimónides de Buenos Aires y se refirió a un eventual triunfo de su fuerza política en las elecciones de octubre. “Hay que consolidar lo que el Uruguay ha logrado, darle estabilidad política y económica al país y desarrollar políticas públicas, de infraestructura”, dijo a Página/12 en diálogo con un puñado de periodistas. En cuanto a la relación con Argentina, Vázquez aseguró que Uruguay mantendrá los lazos con su vecino. “Vamos a trabajar fuertemente con nuestros hermanos argentinos en la mejor relación posible y en todos los niveles”, sostuvo.

El ex mandatario (2005-2010), aprovechó para elogiar la política del presidente José Mujica de regular el consumo y la venta de marihuana. “Creo que es un intento muy positivo y válido que ha llevado adelante nuestro presidente a efectos de luchar contra uno de los flagelos que tiene hoy la humanidad y que es el narcotráfico. Esta ley no sólo regula el consumo de la marihuana sino que también incluye algunos capítulos muy interesantes como el de educación para prevenir el inicio de jóvenes en el consumo de drogas”, explicó. Además, destacó que la persecución a los consumidores es una estrategia que no ha dado resultado. “Veremos qué se da con este experimento. Hay más riesgo en el consumo y en el comercio ilegal. ¿Qué hacemos? ¿No regulamos y dejamos que todo siga como va? Este es un intento, un camino. Hasta ahora el otro camino, el de la represión, no ha dado resultados. Si seguimos por el mismo camino no vamos a obtener resultados distintos”, afirmó Vázquez.

Sin embargo, el oncólogo aclaró que “no hay que consumir drogas”, ya que el organismo humano “no las necesita”. El candidato del FA, que ganó hace diez días la interna partidaria con más del 80 por ciento de los votos, prometió una “lucha frontal y sin cuartel contra las drogas”, principalmente la pasta base. “Debemos apuntar también la regulación y el cumplimiento estricto contra el alcohol, que es la droga que produce más daños. Enfrentar todos estos elementos que atentan contra la salud pública va a ser un objetivo central de un eventual tercer gobierno”, señaló. “En todo caso si hay que consumir drogas, que las prescriba el médico”, añadió.

Durante su primer gobierno, Vázquez había promovido una política antitabaco que le valió a Uruguay una demanda judicial de Philip Morris, aduciendo que la medida violaba un tratado de inversión. El ex presidente aseguró que la multinacional tabacalera había apuntado contra Uruguay “por la misma razón que Goliat había elegido a David”, pero destacó el apoyo recibido, entre otros países y organismos, por la Organización Mundial de la Salud. “Phillip Morris piensa en dar un escarmiento a Uruguay para que otros países de la región no sigan el mismo camino. La industria tabacalera es el vector no biológico, como el mosquito es el vector del dengue, de la peor pandemia que sufre la humanidad. Y toda esa publicidad que hace aparentando ser solidario con la gente, ayudando a los niños, a los más pobres o al deporte en general son todas cortinas de humo, movidas para parecer más simpáticos en el contexto de la sociedad”, argumentó Vázquez, aunque puntualizó que se refería a las tabacaleras internacionales porque no quería inmiscuirse “en temas internos de este país hermano”.

El ex presidente se animó a hablar sobre la ley de legalización del aborto, a la que se opuso durante su mandato y que el Congreso aprobó finalmente en 2012. “La aprobó la población y hay que respetar la decisión del soberano”, expresó a este diario. La semana pasada, Vázquez explicó a El País de España sus razones para mantener la legislación: “Mujica aprobó la ley, con modificaciones, porque creo que está más atenuada. Después se hizo una consulta popular para ver si se derogaba. Y fracasó. El pueblo uruguayo no quiso. Si soy presidente voy a respetar la voluntad popular, por encima de mi opinión personal, que sigue siendo la misma”.

Por otro lado, enfatizó que una reforma educativa es prioritaria para su país. “Uruguay tiene los problemas que tienen esta región y el mundo. El viejo paradigma de la educación secundaria cayó y hay que generar uno nuevo, para que la educación secundaria no sea sólo una herramienta propedéutica, es decir, de filtro, sino que sea de utilidad para todo el ciclo educativo, incluyendo el terciario. Porque si no los jóvenes se van a sentir defraudados. Hacen el secundario y quieren injertarse en el mundo laboral y con lo que hoy reciben en la secundaria no lo pueden lograr”, evaluó. “Se necesitan algunos estímulos, incluso desde el punto de vista económico. Quizás mejorando la cantidad de becas o dando el apoyo a los hogares para que insistan a sus muchachos a que vayan a estudiar y sobre todo brindando mecanismos de contralor para que se cumpla con esa exigencia: damos prestaciones sociales mientras que los niños y los jóvenes cumplan con la tarea de ir a aprender y a educarse”, agregó Vázquez.

Por último, explicó que la región debe atender el problema de la desigualdad social. “Aunque menos que antes, América latina sigue siendo la región más desigual del mundo. En promedio, el quintil más pobre, es decir el 20 por ciento de los hogares con los ingresos más bajos, captan apenas el 5 por ciento de los ingresos totales de los países latinoamericanos, con extremos que van con menos del 4 por ciento en Honduras, Paraguay y República Dominicana y un 10 por ciento en Uruguay”, recalcó. “El quintil más rico –aseguró– se lleva casi la mitad de la riqueza que producen nuestros países”.

Informe: Patricio Porta.