Los actos de homenaje a Salvador Allende que se preparan en Chile a 30 años del golpe militar que le costó la vida, acaban de ganar un apoyo inesperado. La máxima autoridad de la Iglesia chilena, el cardenal Francisco Javier Errázuriz, se manifestó ayer de acuerdo con los homenajes que recibirá Allende, cuando el próximo 11 de septiembre se cumplan 30 años de su muerte durante el golpe que encabezó el general Augusto Pinochet. “Yo creo que no hay persona humana alguna a la cual no se le pueda hacer homenaje por cosas buenas que ha hecho”, dijo Errázuriz, ante consultas de la prensa. Lo más curioso es que la democracia cristiana, fuerza política que en Chile es la tradicional vocera de la Iglesia, se marginó del programa de homenajes.
“Lo que me parece importante es que cualquier homenaje se ajuste a la verdad, que pueda sobresaltar las intenciones positivas que tengan las personas y que no cree nuevos mitos, fantasmas o demonios, agregó el cardenal. La máxima autoridad de la Iglesia Católica chilena formuló sus declaraciones en medio de la controversia desatada en los medios políticos, luego que la oficialista democracia cristiana se marginó del acto que prepara el Gobierno en recuerdo de Allende. Aunque ese partido integra la Concertación Democrática del presidente Ricardo Lagos junto a sus antiguos adversarios socialistas, sus dirigentes recordaron que bajo el gobierno de Allende se situaron en la oposición, junto a las corrientes de la derecha que apoyaron el golpe militar. A treinta años de distancia de la instalación de la dictadura, Chile “vive un momento difícil”, definió el cardenal, pero destacó que “gracias a Dios no hay detenidos y ese ambiente de confrontación, como el de ese momento, no existe”.
La Iglesia Católica tuvo un papel activo en la defensa de los derechos humanos bajo el régimen de Pinochet, cuyos agentes represores dejaron más de 3000 muertos y desaparecidos. La figura de Allende, que murió en el palacio de La Moneda tras el bombardeo aéreo y el ataque terrestre a la sede de Gobierno, será evocada a partir del próximo miércoles, durante una sesión especial de la Cámara de Diputados que hoy preside su hija, Isabel Allende. El viernes y sábado habrá dos conciertos masivos en su memoria en el Estadio Nacional de Santiago, que sirvió como campo de concentración de prisioneros durante los dos primeros meses de la dictadura de Pinochet. El presidente Lagos encabezará una ceremonia en La Moneda el miércoles 10 y al día siguiente tendrá lugar el acto oficial del Gobierno, concebido como una ceremonia ecuménica, de carácter republicano y “con una visión de futuro”.