El deterioro de la seguridad en Israel no provino únicamente del terror de Hamas reflejado en el asesinato de Naftali, Eyal y GilAd. Esa es una de las conclusiones a las que arribó el analista israelí Alberto Mazor, quien asegura que la última ola de violencia en la región se desprende de la inacción del gobierno israelí. El periodista argentino, radicado en un kibutz del norte de ese país hace 47 años, cree que desde el gobierno israelí se creó la ilusión de que no hay interlocutor palestino y que todo puede ser resuelto con un poco más de fuerza. Para Mazor, también director de la publicación Israel en Línea, la política de construir más asentamientos es para crear una realidad que no se pueda cambiar, en lugar de tratar los graves problemas de la sociedad israelí.

Según este militante que fomenta las buenas relaciones entre árabes y judíos dentro de Israel, “esta ilusión funcionó de maravilla”, siempre y cuando “el sistema de seguridad fue capaz de proporcionar una significativa calma en los últimos años” como resultado de “la alta capacidad y dedicación de Israel y de la Autoridad Palestina”, cuya contribución a la relativa tranquilidad en Cisjordania no se debe tomar a la ligera”.

Mazor consideró que esa ilusión llevó a creer que los palestinos “van a aceptar cualquier cosa que hagamos en Cisjordania” y que no responderán a pesar de la rabia, de la frustración y del deterioro social y económico; que la comunidad internacional no va a imponer sanciones contra nosotros, o que los ciudadanos árabes de Israel nunca saldrán a las calles ante la falta de atención a sus problemas. El analista afirmó: “Con la muerte de los chicos israelíes y palestinos han cruzado mi línea roja. Esos pibes tienen la edad de mis nietos y no importa si son israelíes o palestinos, alcanza para solidarizarme”.

Además, ratificó la fuerte consternación en la sociedad israelí por el asesinato de los tres adolescentes israelíes y advirtió que esa situación lleva a escuchar, en la retórica, que ante estos hechos no hay izquierda ni derecha, “estamos todos juntos y unidos”. Por otra parte, hizo un breve recuento de algunas acciones políticas. “Los diputados Yariv Levín y Miri Regev (Likud), entre muchos otros, llamaron a enfrentar a los musulmanes israelíes y hacerles entender que lo que fue no volverá a ser. El ministro de Transportes, Israel Katz (Likud), pidió hacer temblar las casas en Gaza”, afirmó Mazor, y aseguró que Netanyahu traiciona su compromiso con el pueblo de Israel.

“Una supuesta superioridad oculta la realidad y crea un sentimiento falso y peligroso de que nos consideramos eternas víctimas del pasado, del presente y del futuro”, afirmó el analista en relación con el cruento pasado del Holocausto en el que perecieron seis millones de judíos, entre ellos un millón de niños.