Un avión de pasajeros de Malaysia Airlines con 295 personas a bordo se estrelló ayer en el este de Ucrania. El gobierno de Kiev e insurgentes prorrusos que operan en la zona se acusaron mutuamente de haber derribado la nave con un misil. Uno de los líderes separatistas de la provincia rebelde de Donetsk, donde se estrelló el avión, dijo que sus fuerzas hallaron la caja negra del aparato y que se la entregarán a Rusia para que determine las causas del siniestro. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, calificó el hecho como un acto de terrorismo y pidió una investigación internacional sobre el incidente. Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que Ucrania es la responsable por el siniestro. “Sin lugar a dudas, el Estado en cuyo territorio ocurrió esto es responsable de la terrible tragedia”, dijo. Y continuó: “Esta tragedia no habría ocurrido si hubiera paz en esta tierra, si no se hubiesen retomado las acciones de combate en el sureste de Ucrania”, añadió el mandatario ruso.

En tanto, un funcionario del Ministerio del Interior ucraniano, Anton Gerashchenko, declaró que en el avión iban 280 pasajeros y 15 tripulantes y que todos ellos murieron, aunque no explicó cómo contaba con esa información desde Kiev. Gerashchenko aseguró además que el Boeing-777 fue abatido por un cohete tierra-aire lanzado por un sistema de misiles Buk en una zona de Donetsk, la ciudad de Snezhnoye, que está bajo el control de los milicianos separatistas, pero no dio pruebas. “El avión volaba a 10.000 metros de altura”, agregó el funcionario en la red social Facebook. Malaysia Airlines dijo haber recibido notificación de controladores aéreos ucranianos de que perdió control con su vuelo MH17 a las 14.15 GMT (las 11.15 en Argentina) cuando se encontraba a unos 50 kilómetros de la frontera ruso-ucraniana. La compañía confirmó que en el avión iban 295 personas y dijo que el vuelo había salido de Amsterdam a las 12.15 pm y que debía llegar a Kuala Lumpur, la capital de Malasia, a las 6.10 am de hoy.

El avión se estrelló cerca de la localidad de Grabovo, que está bajo control de los separatistas prorrusos. La región donde cayó la aeronave ha sido escenario de fuertes combates entre los rebeldes y el ejército ucraniano en los últimos días. En el lugar del siniestro, una densa nube de humo negro se elevaba al cielo y restos humanos y pertenencias de los pasajeros estaban repartidos por una extensa área. El Ministerio de Situaciones de Emergencia ucraniano informó que rescatistas ya habían encontrado más de 100 cuerpos en el lugar. “Por ahora no podemos decir el número exacto de muertos, ni siquiera aproximados, porque hay restos diseminados en una amplia zona entre los árboles”, reconoció la fuente a la agencia de noticias rusa RIA Novosti en el lugar.

Uno de los líderes separatistas de Donetsk, Andrei Purgin, aseguró que el avión fue derribado por el ejército ucraniano, pero no mostró evidencias de su afirmación, informó la agencia de noticias rusa Interfax. Purgin señaló que sus fuerzas encontraron la caja negra del avión y que se la darán a Rusia. “En Moscú hay expertos de alto nivel y ellos podrán determinar la causa” del siniestro, declaró al canal de TV ruso Russia Today.

Medios rusos responsabilizaron directamente a Ucrania e indicaron que el ejército de ese país se confundió, porque su intención inicial era derribar el aparato en el que se suponía viajaba Putin. Según una fuente de la aviación de Rusia, “hay probabilidad de que el blanco del misil ucraniano lanzado desde tierra o desde avión ucraniano podría haber sido el avión presidencial ruso”, recogió Interfax.

Insurgentes de la vecina provincia de Lugansk, también escenario de combates, aseveraron que el avión fue derribado por un cazabombardero de la fuerza aérea ucraniana. Poroshchenko respondió que las fuerzas armadas de su país no dispararon contra ningún blanco aéreo. “No excluimos que el avión haya sido derribado, y subrayamos que las fuerzas armadas de Ucrania no adoptaron ninguna acción contra ningún blanco volante”, señaló el mandatario. “Estamos seguros de que los culpables de esta tragedia serán responsabilizados”, agregó. Poroshchenko ordenó además la formación de una comisión de investigación a la que se invitó a especialistas internacionales, entre ellos, también de Malasia.

Por su parte, el primer ministro malayo, Najib Tun Razak, expresó su consternación por el trágico hecho y anunció una investigación inmediata. “Estoy consternado por las noticias del avión de MH estrellado. Hemos iniciado una investigación inmediata”, afirmó el primer ministro en su cuenta de Twitter. Malasia aún no se ha recuperado de la desaparición de otro avión de Malaysia Airlines, el 8 de marzo pasado, con 239 personas a bordo. Los investigadores creen que el avión cayó en el océano Indico tras desviarse de su ruta entre Kuala Lumpur y Beijing, pero un masivo operativo de búsqueda no logró encontrarlo.

Otros aviones cayeron recientemente en el este de Ucrania. El miércoles a la noche, un cazabombardero ucraniano fue derribado por un misil aire-aire; dispararon desde un avión ruso, comunicaron ayer autoridades ucranianas. Ucrania acusa a Rusia de apoyar a los insurgentes separatistas, pero Moscú lo niega. El vocero del Consejo de Seguridad Nacional, Andrei Lysenko, indicó que el piloto del jet Sukhoi-25 que fue alcanzado por el misil se vio forzado a eyectarse.

Los rebeldes, por su parte, reivindicaron haber disparado contra dos Sukhoi-25 ucranianos. El Ministerio de Defensa ucraniano declaró que el segundo avión de combate fue alcanzado por un misil tierra-aire y agregó que su piloto también resultó ileso, porque logró aterrizar su avión.

A principios de esta semana, el lunes, Ucrania expresó que un avión militar de transporte fue derribado por un misil disparado desde territorio ruso.