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EL 11/9 CHILENO
El jueves se cumplieron 30 años del golpe de Estado contra el socialista chileno Salvador Allende encabezado por el ex general Augusto Pinochet. El presidente Ricardo Lagos encabezó el acto que se celebró en el Palacio de La Moneda y donde estuvieron la viuda y las hijas de Allende. En un acto de provocación, ese mismo día Pinochet citó a la prensa para entregar a su fundación la banda presidencial que usó en 1981.
La Nación
Al cumplirse 30 años de la traumática experiencia del golpe de Estado que puso fin al gobierno de Salvador Allende e impuso un régimen de facto, los chilenos necesitamos afianzar el espacio de sensatez y equilibrio que ha permitido recuperar la paz, la libertad y el derecho como bases de nuestra convivencia. Por haber conocido los estragos que provocaron la intolerancia y la división entre nosotros, por haber sufrido las consecuencias del debilitamiento del sentido de nación y pasado por la dura experiencia del arrasamiento de las garantías individuales es que hoy necesitamos defender decididamente las instituciones que nos protegen a todos.
(Editorial)
El Mercurio
El gobierno de la Unidad Popular tuvo la principal responsabilidad política por el desplome democrático en Chile. Allende la tuvo en cuanto presidente de la República y líder de la UP. Un acuerdo de Allende con la Democracia Cristiana habría salvado a la democracia chilena. Allende no supo o no quiso lograr ese acuerdo y alinearse a una parte de la cúpula dirigente de la UP. Un segundo nivel de responsabilidad lo atribuyo a la existencia de una derecha golpista, una parte de la cual (la minoría) militó en esa aventura desde la elección misma de Allende, mientras que otra parte lo hizo a partir del paro de octubre de 1972. En un tercer nivel de responsabilidad están Estados Unidos y la CIA, con Nixon y Kissinger a la cabeza.
(Ignacio Walker)
La Tercera
La conmemoración de los 30 años del golpe ha dado lugar a la más intensa revisión de esa fecha. La figura de Allende ha tenido un inédito protagonismo. Pero lo que ha primado en ese caso ha sido el ánimo de análisis de las causas de los procesos. El país, y sobre todo los grupos cuya falta de diálogo en los ‘60 y ‘70 polarizó a Chile, ha avanzado en la comprensión de su pasado. No desaparecieron, desde luego, las diferencias de fondo en muchos puntos, pero hoy esas discrepancias tienden a darse en un marco básico que no existió por años: el reconocimiento de profundos errores de un gobierno que promovió un proyecto excluyente y arbitrario, por un lado, y de graves abusos de los derechos humanos.
(Editorial)
EL 11/9 AMERICANO
El jueves pasado fue el segundo aniversario de los atentados del 11/9 en Nueva York, Washington y Pensylvania que dejaron 3021 muertos, según un nuevo balance oficial publicado la semana pasada. Con los atentados, la administración Bush declaró la guerra al terrorismo, lanzó las operaciones militares “preventivas” y restringió los derechos civiles de la población norteamericana en pos de la “seguridad nacional”.
The Washington Times
Este 11/9 encuentra a la nación entre la mirada optimista y el dolor que quedó grabado. Hace un año buscábamos venganza y victoria. La victoria final en la guerra contra el terror se ve lejana, pero hemos logrado importantes éxitos en las batallas de Afganistán e Irak, gracias al valor de las fuerzas armadas y el vigor del espíritu norteamericano. Los talibanes ya no destruyen estatuas en Afganistán y Saddam ya no levanta imágenes de autoadulación en Irak. Miles de combatientes de Al-Qaida han muerto o han sido capturados, como lo fueron tres cuartas partes de los ex líderes iraquíes. Los barriletes de los niños vuelan en Kandahar y los procesos democráticos están comenzando en Bagdad.
(Editorial)
The Boston Globe
La guerra en la que estamos no comenzó el 11 de septiembre de 2001. Comenzó 22 años antes. El 4 de noviembre de 1979, unos fundamentalistas islámicos irrumpieron en la embajada de Estados Unidos en Teherán y, con el apoyo del ayatola Jomeini, procedieron a mantener como rehenes a 53 norteamericanos durante los siguientes 15 meses. La respuesta de la administración Carter, un embargo sobre el petróleo iraní, la ruptura de relaciones diplomáticas y un torpe intento de rescate el siguiente abril, fue débil e inadecuado. También fue el comienzo de un patrón que se repetiría una y otra vez en los años y las administraciones siguientes.
(Jeff Jacoby)
The New York Times
Mientras las Torres Gemelas aún se estaban cayendo, nos preguntábamos en qué tipo de mundo nos encontraríamos viviendo en el futuro. El trauma de ese día nos llevó a esperar un abrupto corte en nuestras vidas y en la vida de la nación. No se puede enfatizar demasiado lo abrupto y lo trágico que resultó para muchos. Pero al llegar este segundo aniversario, nuestra respuesta es más medida: hay un reconocimiento de que ahora estamos viviendo entre las inciertas ondas descargadas por esa colisión de mundos. La pureza de nuestras primeras reacciones fue erosionada por el tiempo y algunos de los usos que comenzaron a hacerse del 11 de septiembre.
(Editorial)
ARAFAT AMENAZADO
Luego de los dos atentados que sacudieron a Israel el martes pasado, Israel anunció la decisión de “expulsar” al presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, de los territorios palestinos. El gobierno israelí dijo que esta decisión significará el exilio de Arafat o el endurecimiento de su aislamiento en Cisjordania. Pero el viceprimer ministro israelí Ehud Olmert, un probable candidato para reemplazar a Sharon, dijo lisa y llanamente que Arafat podía ser asesinado.
The Washington Post
Abba Eban dijo una vez que los “palestinos nunca pierden la oportunidad de perder una oportunidad”. La caída del primer ministro palestino Mahmud Abbas representa una oportunidad perdida. Abbas quería terminar con el terror y aprovechar la promesa norteamericana de un Estado palestino independiente. Arafat socavó a Abbas desde el principio y ahora eligió a otra marioneta como su nuevo primer ministro. Durante 56 años, a los palestinos les ofrecieron un Estado al lado de Israel, pero ellos eligieron la violencia. En 1947, la ONU ofreció el primer Estado palestino. Los palestinos rechazaron la oferta, hicieron la guerra y terminaron con una gran diáspora.
(Charles Krauthammer)
Haaretz
Luego de los ataques en Tzrifin y Jerusalén, Israel decidió expulsar a Arafat. Pero ésta fue una decisión de principios que, inmediatamente, llevó al fortalecimiento de Arafat entre los palestinos y la comunidad internacional. La decisión parece tan estúpida que levanta sospechas. Quizá es un truco para traer al centro de la escena a la figura sin la cual ningún progreso puede hacerse en las negociaciones de paz. Pero la verdad es más simple: una vez más, el gobierno fracasó en comprender una realidad que cualquier persona razonable entiende rápidamente. La expulsión de Arafat no llevará a ningún acuerdo. Para su gente, Arafat simboliza la lucha palestina contra la conquista israelí.
(Editorial)
The Boston Globe
La Hoja de Ruta para la paz en Medio Oriente ha sido destrozada por la incapacidad de los israelíes y palestinos para alcanzar cualquier acuerdo sobre los territorios ocupados. Pero dentro de Israel hay un riesgo potencialmente mortal. En 1948, los judíos se encontraron con 156.000 árabes dentro de su territorio, la mayoría sin educación. En teoría, Israel quería que los árabes tuvieran una vida aceptable. Pero siempre recibieron menos que los judíos. Hoy en su territorio hay 1,2 millón de árabes, muchos de ellos con títulos universitarios. Pero como si fuera una profecía autocumplida, muchos de los israelíes de origen árabe ahora quieren ser identificados como palestinos.
(H.D.S. Greenway)