EL MUNDO › EL PRESIDENTE DE EE.UU. ADELANTó QUE NO ENVIARá TROPAS A SIRIA O IRAK, EN DONDE COMBATEN LOS SUNNITAS RADICALES
El líder demócrata hará un anuncio el miércoles y anticipó que su país va a hacer frente a la amenaza del Estado Islámico. “Vamos a reducir el territorio que controla y finalmente los vamos a derrotar”, prometió.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentará el miércoles un plan para luchar contra el Estado Islámico (EI), milicia que decapitó a dos periodistas estadounidenses, mató a miles de personas en Irak y Siria, y es bombardeada desde hace un mes por aviones norteamericanos en el norte de Irak. “Voy a preparar al país para que hagamos frente a la amenaza del EI. Vamos a reducir el territorio que controla y finalmente los vamos a derrotar”, prometió Obama en una entrevista en el programa Meet the Press, del canal de televisión NBC. El mandatario adelantó que no anunciará un envío de tropas a Irak o Siria y rechazó que vaya a lanzar algo similar a la Guerra de Irak. Washington amplió su campaña aérea contra los jihadistas al oeste de Irak para proteger una represa vital, mientras que fuerzas iraquíes recuperaron Barwana. Los combates entre el ejército sirio y milicias insurgentes, entre ellas el islamista frente Al Nusra, siguen dominando la provincia de Quneitra, fronteriza con los Altos del Golán, territorio ocupado por Israel desde 1967. Al menos 43 combatientes murieron ayer, según fuentes pro opositoras.
Obama dijo que la nueva operación que su administración llevará adelante contra el grupo sunnita radical será similar al tipo de campañas contra el terrorismo que la Casa Blanca implementó en los últimos seis o siete años. “Creo que una amplia coalición internacional será capaz de encarar el problema”, agregó el presidente. En el último tiempo, Washington mantuvo una campaña de sistemáticos bombardeos contra la zona tribal del oeste paquistaní, fronteriza con Afganistán, región con autonomía de facto, donde se refugian muchos grupos armados extremistas.
Islamabad, aliado de la Casa Blanca en la región, denunció y repudió cada uno de los bombardeos norteamericanos como una violación a su soberanía, pero Obama mantuvo los ataques con aviones no tripulados (drones). Los militares estadounidenses también se mantuvieron activos en Somalía. Además de los ataques aéreos al estilo Pakistán, Washington combate al grupo Al Shabab, vinculado a Al Qaida, con fugaces incursiones en territorio somalí de militares de élite. Mientras Obama define cuál será su estrategia para combatir y destruir al EI, su fuerza aérea bombardea a los milicianos sunnitas en el norte iraquí y, ahora también, en el oeste. El vocero del Pentágono, John Kirby, informó ayer que después de más de cien bombardeos en el norte iraquí, sus aviones por primera vez lanzaron varios ataques contra la provincia de Anbar, en el oeste del país.
Según explicó ante la prensa, apuntaron contra posiciones de la milicia cerca de la represa de Haditha, a unos 200 kilómetros al oeste de Bagdad. La emisora gubernamental iraquí Al Irayika sostuvo que Estados Unidos lanzó al menos cuatro ataques contra posiciones del EI cerca de la instalación; la página web de noticias independiente Al Sumaria News sostuvo que en los ataques murieron decenas de combatientes islamistas.
Obama decidió de manera individual lanzar bombardeos en el norte iraquí: muchos diputados y senadores no sólo cuestionaron la constitucionalidad de esa medida y exigieron que el mandatario exponga un plan detallado de sus planes en Medio Oriente ante el Congreso. En medio de esa pulseada entre la Casa Blanca y la oposición parlamentaria, Obama reconoció recientemente no tener estrategia para enfrentar al EI en Siria. La milicia radical, que al igual que los opositores sirios aliados de Estados Unidos y Europa pelea para derrocar a Bashar al Assad, tomó el control el año pasado de vastas zonas del norte del país, especialmente de los alrededores de la ciudad de Alepo, cerca de la frontera con Turquía.
Las fuerzas estadounidenses limitaban sus ataques a posiciones del EI al norte de Bagdad para ayudar a las fuerzas iraquíes, kurdos y milicias chiítas a arrebatarles territorio a los jihadistas, entre ellos, la represa de Mosul. “La próxima etapa es pasar a una forma de ataque. El miércoles daré un discurso y describiré cómo será nuestro plan de acción”, afirmó lacónico Obama, en una entrevista con NBC News difundida ayer pero grabada el sábado, un día después de su regreso de la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Newport, Reino Unido.
El presidente estadounidense dijo que la buena noticia de la última cumbre de Newport es que la comunidad internacional entendió que el EI representa una amenaza a enfrentar. No está claro si la estrategia que Obama anunciará incluye avanzar sobre Siria (una intervención extranjera contra el EI en ese territorio sigue en suspenso, ya que las potencias occidentales se niegan a colaborar con el régimen de Bashar al Asad que, además de a los rebeldes moderados, también combate al EI).
Con todo, en una reunión al margen de la cumbre de la Alianza, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Australia, Turquía, Canadá y Polonia hablaron de la creación de una coalición para luchar contra los islamistas en Irak y Siria, pero que excluya una ofensiva terrestre. Aunque algunos países enviaron armas a las fuerzas kurdas, la ejecución de los dos periodistas estadounidenses a manos del EI y la amenaza de matar a un tercer rehén empujan a la comunidad internacional a actuar contra los jihadistas.
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