Una corte de apelaciones de Estados Unidos lanzó ayer una bomba sobre el proceso político en California al posponer sin fecha determinada la votación prevista para el 7 de octubre, en la que se decidirá la suerte del gobernador Gray Davis y de su principal oponente, el actor republicano Arnold Schwarzenegger.
La novena corte de circuito de apelaciones invalidó un fallo anterior emitido por una corte de menor rango según el cual la votación debería realizarse a pesar de una batería de desafíos legales, la mayoría de ellos planteados por el gobernador demócrata Davis, y que incluyen una anticuada logística de votación.
La anulación del fallo se produjo luego de que la Unión estadounidense para la Defensa de las Libertados Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) presentara una queja a fines de agosto para retrasar el escrutinio hasta el 2 de marzo, para que las nuevas computadoras que fiscalizan los votos estén instaladas en todo el Estado. Las máquinas que la ACLU quiere reemplazar son las que, en la elección presidencial de noviembre de 2000, provocaron un enorme embrollo electoral en Florida, cuando George W. Bush ganó la presidencia al demócrata Al Gore por sólo 537 votos. Esas máquinas permiten hacer perforaciones en las papeletas de votación, pero éstas pueden prestarse a error si el sistema no funciona bien o la perforación es parcial.
El gobernador Davis se ha rodeado estos días de prominentes figuras políticas del Partido Demócrata para tratar de recuperar la confianza del electorado.
El ex presidente Bill Clinton, muy querido en California, pidió el domingo a los residentes del estado que perdonen a Davis los errores que pudiera haber cometido durante su mandato y voten contra la destitución. Y se espera que el reverendo Jesse Jackson acuda hoy a California para dar otro empujón al gobernador. Su vice, Cruz Bustamante, es el favorito de la larga lista de más de 130 aspirantes, seguido del actor republicano Arnold Schwarzenegger, quien apareció anoche en el popular programa de televisión de Oprah Winfrey.