La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió el apoyo de cientos de intelectuales y artistas, entre ellos los del cantautor Chico Buarque y del teólogo Leonardo Boff, para su reelección en los comicios del próximo mes. En un acto en el que estuvo presente el ex presidente Inácio Lula da Silva y que se celebró en el teatro Casa Grande de Río de Janeiro, más de cien personalidades destacadas expresaron su respaldo a la candidata del Partido de los Trabajadores (PT). Según una nueva encuesta, la presidenta ganaría el próximo 5 de octubre, aunque empataría con la ecologista Marina Silva en segunda vuelta.

A pesar de que Buarque no estuvo presente en la ceremonia, el compositor firmó junto con el resto de los artistas el manifiesto llamado La primavera de los derechos de todos: ganar para avanzar, que apoyan abiertamente la reelección de Rousseff. “Consideramos que nunca Brasil había vivido un proceso tan profundo y prolongado de cambios y de justicia social, reconociendo y asegurando los derechos de aquellos que siempre fueron abandonados”, señala el documento del encuentro.

Por su parte, Boff, ex franciscano y uno de los ideólogos de la Teología de la Liberación, sostuvo que el proyecto de la mandataria es el más adecuado para el pueblo brasileño. “Esta revolución debe ser continuada y consolidada porque nunca tuvo lugar (antes) en la historia de Brasil”, subrayó.

Durante el encuentro con los artistas, Rousseff apuntó a la necesidad de potenciar la calidad de la educación y la cultura para que Brasil no dé un paso atrás en los avances sociales conquistados por el gobierno del PT.

Tanto Rousseff como su antecesor en el cargo resaltaron la importancia de los recursos obtenidos en el presal, la gigantesca reserva de hidrocarburos descubierta en aguas muy profundas del Atlántico, para mejorar la inversión en educación y salud. Y agregó que lo que se recaude también se destinará al sector de la cultura. “Tenemos una meta en la expansión de la cultura. Creo que el dinero del presal debería estar destinado a la promoción de nuevos puntos de la cultura, aperturas de nuevas casas de la cultura”, defendió la presidenta.

La jefa de Estado, que ayer se vio beneficiada por una nueva encuesta de la consultora Vox Populi, también hizo referencia a la propuesta del candidato socialdemócrata Aécio Neves, de reducir el número de ministerios, y afirmó, de manera indirecta, que aquellos que quieren acabar con los ministerios probablemente acabarán con el de las mujeres, el de los afrobrasileños y el de los derechos humanos. “Necesitamos luchar contra los prejuicios y la violencia contra negros, mujeres y homosexuales”, remarcó la presidenta frente al auditorio de artistas.

Los presentes que ocuparon algunos el escenario y otros el palco –el acto fue abierto al público– aprovecharon para cuestionar a Marina Silva, principal rival de Rousseff y candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB). En su discurso, que duró una hora, Lula criticó, sin dar nombre, el hecho de que Silva vea defectos en el PT luego de haberlo abandonado y sugirió que si su ex ministra de Medio Ambiente gana las elecciones, se creará un ambiente con un gobierno como fue el de Janio Quadros y Fernando Collor, en Brasil, y Silvio Berlusconi, en Italia.

El compositor Chico César, Boff y la filósofa Marilena Chaui también hicieron una crítica indirecta a Silva: “No podemos correr el riesgo de una aventura regresiva”, dijo Chaui, una de las referentes del ala más radical del PT. Después del discurso, Marilena, el público y algunos invitados corearon “Ole Ole Ole, Dilma Dilma”.

Boff, quien apoyó la candidatura de Silva en 2010, no nombró a la oposición a Rousseff, pero utilizó una metáfora: “Algunos sostienen hermosos diseños que hablan de las mariposas, pero se olvidan de plantar las flores para que las mariposas vengan. Los logros de estos doce años pueden correr riesgos y debemos luchar para preservarlos”, dijo el teólogo.