EL MUNDO
Otro día de furia anti-ocupación con emboscada y ataque a un hotel
En un hotel de Bagdad donde se aloja la emisora NBC, estalló una bomba, causando un muerto y dos heridos. Luego, un convoy militar fue atacado, ocho soldados fueron heridos y siete iraquíes murieron en un tiroteo. Y la ONU retiró parte de su personal en Irak.
Por Jorge Marirrodriga *
Desde Bagdad
Ocho soldados estadounidenses resultaron heridos ayer en Mosul, a unos 300 kilómetros al norte de la capital, Bagdad, cuando el convoy en el que viajaban sufrió una emboscada en la que fue atacado con armas automáticas y bombas. Este ataque se produjo apenas dos horas después de que una bomba estallara en un hotel de Bagdad donde se encuentran alojados los periodistas de la emisora de televisión NBC, de Estados Unidos; en el atentado murió un empleado del hotel y otras dos personas resultaron heridas. También ayer, Akila al Hashimi, una de las mujeres del Consejo Provisional Iraquí que había sido herida de bala en un atentado días atrás, murió en un hospital de Bagdad. Y siete civiles iraquíes fueron muertos en un confuso tiroteo en la ciudad de Baba.
“El convoy estaba formado por vehículos acorazados ligeros (conocidos como Humvees) que fueron alcanzados por la explosión de varias minas. A las explosiones les siguió el fuego de armas automáticas”, explicó una portavoz militar estadounidense, quien añadió que tres de los heridos en la emboscada se encuentran en estado grave. El ataque se produjo a las nueve de la mañana, hora local. La zona de Mosul, donde se encuentran algunos de los yacimientos de petróleo más abundantes de Irak, es desde hace meses escenario de numerosos atentados contra la industria del petróleo, lo que obliga a los militares estadounidenses a realizar numerosas patrullas y a exponerse más que en otros lugares del país. Justo dos horas antes de la emboscada, un artefacto compuesto por cinco kilos de explosivos estallaba en el hotel Al Aike, situado en el barrio bagdadí de Carrade y donde la emisora estadounidense de televisión NBC había instalado su cuartel general. Un empleado de seguridad de origen somalí murió en la explosión y otras dos personas resultaron heridas: un técnico de sonido canadiense y otro empleado del hotel. La bomba había sido colocada en el generador del hotel, un pequeño edificio de tres plantas donde ayer por la mañana todavía permanecían alojados los periodistas estadounidenses “con el susto en el cuerpo”, según confesaba un productor. La explosión produjo además la rotura de numerosos cristales y daños en la planta baja del establecimiento.
Se trata del primer ataque directo contra los edificios donde se alojan los periodistas extranjeros en Irak. Numerosos medios han abandonado en los últimos meses los dos grandes hoteles donde se concentra la prensa internacional, por considerarlos un objetivo demasiado atractivo en caso de un atentado terrorista, y han buscado acomodo en hoteles más pequeños, a fin de mantener un perfil más discreto dentro de la ciudad. De hecho, el hotel Al Aike no contaba con ninguna indicación exterior de que su interior se hubiera convertido en la sede de la NBC y los guardias que vigilaban la puerta no son diferentes de los que se pueden ver en todos los demás hoteles de la ciudad.
Sin embargo, estos edificios, al contrario que los grandes hoteles, no cuentan con protecciones especiales como barreras de cemento, alambradas de púa o vigilancia permanente del ejército de Estados Unidos, lo que los hace más vulnerables ante un atentado. Ayer por la tarde, el staff de la NBC debatía qué debía hacer su numeroso equipo en Bagdad. El atentado además supone la confirmación de que todos los extranjeros presentes en Irak, y los iraquíes que de alguna u otra manera están relacionados con ellos, se han convertido en objetivos para los terroristas. Sin embargo, algunos vecinos aseguraron que el propietario del hotel formaba parte del círculo de amigos de Uday Hussein, hijo del depuesto líder iraquí.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.