El candidato de la coalición de centro-izquierda de Uruguay, Tabaré Vázquez, favorito para ganar, se muestra calmo y seguro a dos semanas del ballottage, mientras que su rival de la oposición, Luis Lacalle Pou, busca un “flotador” que le permita mantener la ilusión.

El socialista Vázquez, oncólogo de 74 años, que fue el primer presidente del Frente Amplio (2005 y 2010), y a quien todas las encuestas le dan una amplia ventaja, sigue con su recorrida por pequeños pueblos del interior del país, según dijo, para “agradecer personalmente”. El líder frenteamplista trajo su mensaje hasta Buenos Aires el sábado, y compartió tribuna con su compañero de fórmula, Raúl Sendic, frente a cientos de compatriotas. “Gracias por el apoyo, los necesitamos a todos y no vamos a celebrar hasta que se abra el último sobre”, afirmó Vázquez en referencia a los comicios del 30 de noviembre.

Además, agradeció el apoyo de la presidenta Cristina Fernández, quien facilitó el traslado a su país de los uruguayos radicados en Argentina para que viajaran a votar. Uruguay no tiene voto a distancia y de paso el candidato del Frente anunció que, aprovechando la mayoría parlamentaria que retuvo su coalición, impulsará una reforma de la legislación electoral para instalar el sufragio consular.

Según las últimas encuestas, Vázquez acumula entre el 52-53 por ciento de intención de voto frente al 35-39 por ciento que logra el candidato del Partido Nacional. Lacalle Pou mantiene su mensaje “por la positiva” sin grandes críticas al gobierno, y deja a su compañero de fórmula, Jorge Larrañaga, tomar la bandera de las críticas. En los últimos actos Larrañaga insistió sobre los problemas de la inseguridad y el actual nivel de la educación uruguaya, que calificó de “desastrosa”. Con estrategias opuestas, el FA haciendo la plancha y la oposición buscando un remedio que no aparece, los candidatos ingresan en la recta final de la campaña.