EL MUNDO
› LANZARON EL REFERENDUM DE “LIBRE ASOCIACION” VASCA
Un pasito más allá fuera de España
El presidente del gobierno regional vasco, Juan José Ibarretxe, presentó formalmente ayer un polémico proyecto “de libre asociación” para el País Vasco español, un plan que el gobierno central de Madrid calificó inmediatamente de “separatista y secesionista”. Ese proyecto político, anunciado desde hace un año por Ibarretxe y basado en “el derecho del pueblo vasco a decidir su propio futuro”, haría de Euskadi (el País Vasco español) una región con competencias ampliadas, libremente asociado a España por voluntad popular, en lugar de una región autónoma en virtud de la Constitución española de 1978.
El lehendakari (presidente vasco) Ibarretxe, en un discurso ante el Parlamento regional en Vitoria, subrayó que su proyecto “no es de ruptura sino de convivencia” con Madrid, a la que propone una negociación. Fustigó a ETA asegurando que es “un cáncer que daña terriblemente la imagen del Pueblo Vasco en el mundo”. Su propuesta será objeto de un proyecto de ley de reforma del actual Estatuto de Guernica (1979), que el gobierno regional aprobará el 25 de octubre y será debatido y votado en el Parlamento vasco en septiembre de 2004. Después, el Ejecutivo vasco piensa negociar con Madrid durante seis meses su proyecto de modificación del estatuto de Euskadi.
El gobierno español de José María Aznar criticó inmediatamente ese proyecto “separatista y secesionista que busca romper el marco político y jurídico constitucional” cuando el País Vasco español goza “de una autonomía sin igual en Europa”. Su portavoz, Eduardo Zaplana, manifestó “la oposición más rotunda” del gobierno central, en abierto conflicto con los nacionalistas moderados del Partido Nacionalista Vasco (PNV) de Ibarretxe, los democristianos en el poder en Euskadi desde 1980. Zaplana, que consideró ese plan “imposible jurídicamente en España como en Europa”, amenazó con recurrir a los tribunales administrativo y constitucional.
Madrid considera ese plan como un paso hacia una hipotética independencia del País Vasco y como una concesión a ETA aunque la organización separatista armada criticara la propuesta de Ibarretxe.
Por último, sea cual fuere el resultado de esa negociación, se someterá el plan a referéndum a partir del año 2005 en un “escenario de ausencia de violencia” y “sin exclusión”, afirmó el lehendakari, refiriéndose a las acciones de ETA y a la prohibición de su brazo político, el partido Batasuna, por la Justicia española. El proyecto prevé “el reconocimiento oficial de una nacionalidad vasca totalmente compatible con la nacionalidad española”, “un Poder Judicial vasco autónomo”, “la libertad de relaciones con Navarra y el País Vasco francés”.