Las fuerzas de seguridad iraquíes volvieron a tomar la mayor refinería de petróleo del país en Baiji, la reconquista de lo que es el éxito militar más importante del gobierno de Bagdad desde que el Estado Islámico (EI) tomó la mayor parte de Irak en el norte y el oeste durante el verano. La televisión estatal iraquí mostró tropas moviéndose en la refinería después de la captura de la ciudad de Baiji hace una semana.

“La primera fuerza iraquí, la fuerza antiterrorista llamada Batallón de Mosul, entró en la refinería de Baiji por primera vez en cinco meses”, le dijo el coronel de la policía Saleh Jaber, de la fuerza de protección de la refinería de Baiji, a una agencia de noticias de ayer. Durante cinco meses, una pequeña guarnición de las tropas del gobierno y la milicia chiíta se habían aferrado a partes de la refinería, a pesar de que a menudo estaban tan escasos de alimentos que se vieron reducidos a vivir de pasta de tomate.

Otras fuentes informan que combatientes del EI ahora se retiraron al este, a través del río Tigris, a las ciudades y pueblos que todavía controlan. El EI dejó muchas trampas y minas explosivas en la refinería, que producía 75.000 barriles de petróleo hasta el día en que se cerró. Estos dispositivos están siendo retirados por la policía, mientras que algunos militantes todavía están luchando por el noroeste del complejo de la refinería.

La televisión estatal iraquí lanzó la noticia del avance y transmitió imágenes de lo que se dijo eran las fuerzas de seguridad entrando en la refinería. El comandante de las operaciones de seguridad provinciales, Abdel Wahab al Saadi, dijo al canal de televisión que “en esta área, los terroristas estaban estacionados a la izquierda y la derecha”. Dijo: “Si Dios quiere, Baiji será la clave principal para liberar cada tramo de Irak”. Esto es, probablemente, demasiado optimista, pero, si el ejército iraquí captura Baiji, esto separará a la ciudad de Tikrit, más al sur, y el gobierno habrá hecho un gran esfuerzo para recapturar la mayor parte de la provincia de Salahudin.

Sin embargo, como siempre, se paga un precio por los civiles atrapados en los combates. La ofensiva del gobierno creó una ola de desplazados árabes sunnitas que han perdido sus casas y no se atreven a volver, pero no serán bienvenidos en territorio chiíta o kurdo. Mientras tanto, trabajadores humanitarios dicen que la fuerza aérea iraquí utiliza bombas de cañón (artefactos de explosivos improvisados) que dejaron caer al azar en las zonas controladas por el EI.

En los lugares donde se está avanzando, el ejército iraquí y las milicias chiítas trataron a todos los árabes sunnitas como probables partidarios del EI. Al mismo tiempo, los kurdos y los yazidis, que se vieron obligados a huir en el momento de la ofensiva del EI en agosto, dicen que estaban horrorizados por la velocidad con la que sus vecinos árabes se volvían contra ellos y tomaban sus casas y tierras.

Muchos lugares donde árabes y kurdos, sunnitas y chiítas vivieron juntos en paz, en el futuro serán dominados por la comunidad que gane en las actuales batallas.

Los combatientes del EI en retirada de Baiji se apoderaron de la aldea de Al Alam, a unos 16 kilómetros de Tikrit, donde tomaron como rehenes entre 150 y 170 miembros de la tribu Jubouri y exigen un rescate. Esto siguió a un incidente que ocurrió anteriormente este mes en que los hombres jóvenes en Al Alam bajaron la bandera negra del EI una noche y la reemplazaron con la bandera iraquí. En represalia, el EI está exigiendo que los miembros de la tribu Jubouri abandonen el área. Los militantes utilizaron altoparlantes para decirle a la gente que tenían apenas unas horas para irse.

El EI está bajo presión en diferentes frentes, tanto en Siria como en Irak, pero sigue siendo exitoso para prevenir o para sofocar inmediatamente cualquier levantamiento contra su poderío infligiendo castigos extremos a cualquier oponente. Algunos de los 581 miembros de la tribu Albu Nimr fueron ejecutados por el EI desde el 29 de octubre. En lugares como Baiji y Tikrit, la mayoría de los civiles se han ido para evitar el bombardeo de la artillería y desde el aire, pero los árabes sunnitas no tienen ningún lugar seguro a donde ir. Las personas que abandonan sus hogares en Baiji se dirigen en su mayoría en la dirección de Kirkuk.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12

Traducción: Celita Doyhambéhère.