La víspera de la marcha republicana distó de ser un día tranquilo para Francia, ya que se movilizaron más de 700.000 personas en todo el país en homenaje a las 17 víctimas de los atentados jihadistas de los últimos tres días. Las marchas, numerosas y solemnes, hacen presagiar la masividad de la convocada para hoy.

Las convocatorias de ayer se desarrollaron en un clima de tranquilidad, por lo general en silencio y bajo el lema “Todos somos Charlie”. Según fuentes policiales, Toulouse (sur del país), con al menos 80.000 asistentes aunque otras fuentes elevan esa cifra a 100.000, registró una de las marchas más numerosas, pero en general todas las convocatorias concentraron un elevado número de participantes.

Fue el caso de Pau, una localidad de apenas 80.000 habitantes en el sudeste de Francia que, según la alcaldía, logró reunir a cerca de 40.000 personas. También hubo marchas en Orléans (centro), con unos 22.000 asistentes; Niza (sur), donde cerca de 25.000 se reunieron en el Paseo de los Ingleses a lo largo de la playa; Nantes (este), con unos 30.000; Lille, con 22.000, o Besançon (oeste), con 20.000, un número nunca visto en esa ciudad en las últimas cuatro décadas.

No obstante, los ciudadanos franceses no sólo se expresaron en las calles, sino también en eventos deportivos. El caso más llamativo fue el partido de fútbol disputado entre el Bastía y el Paris Saint-Germain. La organización solicitó un minuto de silencio, el cual fue respetado por los espectadores. Sin embargo, los aficionados del equipo local desplegaron una pancarta, en la cual se aludía al emirato de Qatar, que controla el equipo visitante a través de un fondo de inversión. “Qatar financia al PSG... y al terrorismo”, se pudo leer en la misma. El minuto de silencio y algunas pancartas que decían “Yo soy Charlie” fueron una imagen común en distintos encuentros deportivos, no sólo en Francia, sino a lo largo de todo el continente.

Estas manifestaciones fueron la antesala de la gran manifestación convocada para hoy desde las 15 hora local en la Plaza de la República en París, que pretende ser el símbolo de unidad del país en contra del terrorismo. La cita parisiense estará encabezada por el presidente francés, François Hollande, que ha invitado a numerosos dirigentes extranjeros, como el primer mandatario español Mariano Rajoy, el británico David Cameron y la alemana Angela Merkel. Además confirmaron su presencia el canciller israelí, Avigdor Lieberman, y el ruso, Serguei Lavrov. La capital francesa también será, a partir de hoy, la sede de la cumbre antiterrorista a la que el presidente Hollande ha convocado a los líderes europeos para abordar las medidas tras el atentado del miércoles y los atentados posteriores.

El primer ministro francés, Manuel Valls, sostuvo ayer que la marcha será una expresión a favor de la libertad y la tolerancia y contra el racismo y el antisemitismo, al tiempo que reconoció los riesgos a los que se exponen. “Tenemos en cuenta el contexto, estamos expuestos a riesgos, por eso es importante mantener las medidas excepcionales, porque aún estamos buscando a los cómplices. Habrá un antes y un después de estos tres días”, subrayó el funcionario respecto de la manifestación prevista para mañana. “El Islam es una religión tolerante”, dijo el primer ministro a la vez que recalcó que Francia “no está en guerra contra una religión, sino contra el terrorismo, el jihadismo y el Islam radical”.

La marcha republicana se de-sarrollará en medio de un fuerte operativo de seguridad y tendrá como centro de reunión la emblemática Plaza de la República, hacia donde convergerán las diferentes columnas que recorrerán el centro de París. En este sentido, para garantizar el pacífico desarrollo de la marcha, el gobierno francés movilizará a más de 2000 policías y 1350 militares. En la mañana de ayer, el ministro del Interior, Bernard Cazenueve, anunció que se reforzó el dispositivo antiterrorista conocido como Vigipirate, para custodiar instituciones oficiales y lugares de culto. Además, entre los efectivos también habrá francotiradores apostados en los tejados de los edificios situados a lo largo de la ruta de la manifestación. Lo concreto es que, pese al aumento de las medidas de seguridad, se vuelve muy complicado evitar el miedo. Existe un temor, muy infundado, a que posibles amenazas y falsas alertas conviertan la jornada de mañana en un descontrol. Esta misma mañana, el parque de Eurodisney, en las afueras de la capital francesa, fue evacuado por una amenaza de bomba que resultó ser una broma de mal gusto por parte de un turista.