El líder de Syriza, Alexis Tsipras, aseguró ayer que su partido está “a sólo medio paso” de poder alcanzar la mayoría absoluta en las elecciones del próximo domingo, y afirmó que las fuerzas que aceptaron el rescate “quieren evitarlo para impedir que apliquemos nuestro programa”.

En un mitin electoral celebrado en la ciudad de Patras, el dirigente del principal partido de la oposición griega y favorito de las encuestas precisó que la “troika y los oligarcas” pretenden evitar la mayoría absoluta para colocar en un gobierno de Syriza fuerzas que sigan su línea. “Lo dejamos bien claro: nosotros no gobernaremos con la troika, ni tampoco aceptaremos en el Consejo de Ministros representantes de la postura de la troika”, recalcó.

En un mensaje de apertura a todo el espectro del electorado, abocado a lograr esa mayoría absoluta que las encuestas no auguran, Tsipras aseguró que “a partir del lunes no habrá derechistas, izquierdistas y centristas. Habrá sólo los ciudadanos con los mismos derechos y obligaciones”. “El lunes no habrá ya un Estado partidista. Se termina el domingo con el voto de la gente y se abre el paso al estado de derecho, a la justicia y a la meritocracia”, afirmó.

Añadió que un gobierno dirigido por Syriza no pretende un paso hacia atrás, hacia la Grecia previa a la crisis, porque su intención es acabar con gobiernos que tan sólo velaban por los intereses del partido y su correspondiente clientela. Tsipras acusó al primer ministro, Andonis Samaras, de representar a la “extrema derecha”, con consignas que recuerdan a la época de la Junta de Coroneles (1967-1974) o a la guerra civil (1946-1949).

Respecto de su programa de gobierno, el líder de izquierdas rechazó las críticas de Samaras, que lo acusa de hacer promesas imposibles de cumplir, y aseguró que sacará los recursos luchando contra el contrabando y la evasión fiscal, algo que, dijo, no ha querido hacer con efectividad el gobierno actual. Tsipras reiteró que un gobierno de Syriza aliviará la carga fiscal de los ingresos bajos y medios y restaurará el umbral exento de impuestos de 12.000 euros anuales.

El gobierno de Samaras eliminó la exención fiscal y en Grecia se pagan impuestos a partir del primer euro de ingresos. Además, el líder de Syriza anunció que sustituirá el controvertido impuesto sobre bienes inmuebles, introducido hace un año por el Gobierno, por uno que solo grave las grandes propiedades y que excluirá a las primeras viviendas.