Una persona murió y al menos tres resultaron heridas en un tiroteo efectuado ayer en un centro cultural en Copenhague, durante una conferencia sobre libertad de expresión y el Islam. Participaron del debate el historiador y caricaturista sueco, Lars Vilks, y el embajador de Francia en Dinamarca, François Zimeray, quienes salieron ilesos del ataque.

El hecho se produjo cuando un hombre armado disparó contra el sitio en el que se realizaba la conferencia matando a un civil de unos 40 años, para luego darse a la fuga. Los policías responsables de la seguridad de Lars Vilks ocultaron a su protegido en un lugar entre la cocina y la despensa del centro cultural. El embajador francés, por su parte, se ocultó debajo de una mesa. De los tres heridos, uno es policía y los otros dos agentes del servicio de seguridad danés (PET), que custodiaban el exterior de Krud-ttønden, el centro cultural al norte de la capital donde fue celebrado el debate organizado por el artista, llamado “El arte, la blasfemia y la libertad de expresión”. La policía respondió de inmediato a los atacantes que huyeron en un vehículo de color negro que luego fue encontrado sin ocupantes en su interior. El armamento utilizado no fue conocido, pero los agentes especulan sobre la posibilidad de que fuera un arma automática dado el alto número de disparos realizados durante el breve ataque. La policía luego redujo a uno el número de sospechosos del ataque, después de contrastar la información proporcionada por varios testigos del incidente. Más tarde, las fuerzas de seguridad publicaron en las redes sociales una fotografía del sospechoso para que quienes hayan sido testigos se comuniquen para brindar datos a las fuerzas. En la imagen se ve a un hombre que llevaba una campera oscura, un gorro colorado y un bolso negro. La foto está acompañada de una descripción que indica que se trata de un hombre de entre 25 y 30 años, de apariencia árabe y de complexión atlética.

El embajador francés relató que los atacantes no ingresaron al edificio, sino que dispararon desde el exterior. “Tenían la misma intención que en el ataque a Charlie Hebdo, pero no pudieron entrar. Intuitivamente diría que hubo al menos 50 disparos, y los policías aquí nos dicen 200. Las balas pasaron a través de las puertas y todo el mundo se lanzó cuerpo a tierra”, relató el diplomático. Zimeray explicó que si bien pudieron huir de la sala, fueron obligados a permanecer en el interior del edificio, ya que las fuerzas de seguridad temían que los atacantes, al no haber sido atrapados, pudieran regresar y continuar la ofensiva.

Las lesiones de los agentes, que formaban parte del dispositivo de seguridad desplegado para el evento, son de carácter leve, si bien pocos instantes después del ataque llegaron varias ambulancias para atender a los heridos. Las autoridades suecas ofrecieron su ayuda para esclarecer los hechos, en caso de que el fugitivo hubiera cruzado el estrecho que separa la capital danesa de la ciudad de Malmo, en Suecia.

La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, consideró que se trató de un ataque terrorista. “Dinamarca sufrió hoy (por el sábado) un acto de violencia cínico. Todo indica que el tiroteo fue un atentado político y por lo tanto un acto terrorista”, expresó la premier. También se manifestó el presidente de Francia, François Hollande; fue la primera autoridad internacional en reaccionar al ataque y expresó su solidaridad a la primera ministra danesa mediante un comunicado. Además, el Elíseo informó que el ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, viajará a Copenhague a la mayor brevedad posible para evaluar en persona las circunstancias del suceso. El alcalde de Copenhague, Frank Jensen, también se pronunció sobre lo ocurrido. Por su parte, la máxima responsable de Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mongherini, condenó el ataque. “Una sola vida ya es demasiado. Europa se une a Dinamarca en su defensa de la libertad de diálogo y expresión. Europa no será intimidada”, expresó la funcionaria en un comunicado.

Vilks eligió la fecha de ayer para dar lugar al debate sobre blasfemia y libertad de expresión porque se conmemoraba el aniversario de la fetua (pronunciamiento legal del Islam sobre una cuestión específica) contra el autor británico Salman Rushdie por su novela Los versos satánicos. A la charla, abierta al público, también asistieron miembros de Passion for Freedom y Femen, que abogan por la libertad de expresión y los derechos de las mujeres, respectivamente.

El secretario general de Reporteros Sin Fronteras, Christophe Deloire, señaló que era predecible otro ataque después de los atentados terroristas en París. “Era algo que temíamos después de Charlie Hebdo. Está claro que los grupos ultrarradicales están librando una guerra contra la libertad de expresión, la libertad de crítica contra las religiones y contra la mera libertad de debate”, apuntó el secretario de la ONG. Además, expresó su preocupación respecto del hecho de que cada vez más periodistas y caricaturistas tengan que contar con protección personal ante eventuales ataques. “Es aterrador ver que no sólo los periódicos que publican las caricaturas como Charlie Hebdo son objeto de disparos y de la carnicería –dijo Deloire–, sino que simplemente discutir sobre estos temas te deja expuesto a ataques en territorio europeo.”