EL MUNDO › SE VAN LAS TROPAS DE DEBALTSEVO
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, confirmó ayer en el aeropuerto de Kiev que sus tropas se retiraron del disputado enclave de Debaltsevo. “Esta mañana, las fuerzas armadas de Ucrania y la Guardia Nacional han concluido la operación para la retirada ordenada de Debaltsevo. Ya salió el 80 por ciento de las unidades”, dijo el líder ucraniano antes de volar hacia la zona del conflicto. El presidente ucraniano agregó que los efectivos restantes, en otras dos columnas, saldrán de la localidad de un momento a otro. Poroshenko siguió negando, sin embargo, que los insurgentes del Este hayan “embolsado” jamás a sus unidades.
Los insurgentes, en cambio, afirman que abrieron un corredor humanitario para que las unidades encerradas en la zona pudieran salir de ella, por el cual ya pasaron un millar de soldados, que depusieron las armas. “Ya se han rendido más de 300 personas y siguen entregándose, porque les hemos dicho que quien se rinda y deponga las armas podrá salir del cerco”, dijo el número dos del Ministerio de Defensa de la República Popular de Donetsk (RPD), Eduard Basurin.
El portavoz de las fuerzas sublevadas aseguró que alrededor de 3000 soldados ucranianos están rodeados por las milicias rebeldes y señaló que “el número de localidades que pasan bajo el control de la RPD crece”. “Ahora se lleva a cabo una operación de ‘limpieza’. Las tropas de Ucrania están desmoralizadas, los mandos han abandonado Debaltsevo”, agregó Makxim Leschenko, uno de los líderes de la RPD. “Hay una masiva entrega de armas por parte de las fuerzas ucranianas en Debaltsevo. Son cientos de personas”, agregó el alto oficial.
Poroshenko afirmó, en cambio, que las unidades salieron “con todo su armamento, con carros de combate, blindados, piezas de artillería y vehículos de transporte” y, según la TV ucraniana, protegidos por una cobertura de fuego provista por los soldados que permanecen en la zona.
Antes de la admisión de Poroshenko, el Ministerio de Defensa de Ucrania negó que los soldados estuvieran abandonando la estratégica ciudad, que alberga las principales rutas y líneas ferroviarias que unen el norte de Donetsk con Lugansk, las dos regiones controladas por los separatistas.
“Los militares ucranianos continúan resistiendo al enemigo después de reagruparse. En estos momentos, siguen los combates en Debaltsevo”, asaltada desde ayer por las milicias rebeldes “que violaron flagrantemente los acuerdos de Minsk”, señaló un comunicado de la cartera ucraniana.
Las autoridades ucranianas sí reconocieron que “a media tarde de ayer, las unidades enemigas irrumpieron en la ciudad, volaron las comunicaciones ferroviarias y varias rutas de acceso” a la localidad, y un integrante de la Rada, Semen Shemenko, habló por primera vez de “retirada organizada”, en declaraciones a la agencia RIA Novosti.
Al momento de la firma de los acuerdos de cese del fuego en Minsk, el 13 de febrero, ambas partes reclamaban el área. Los rebeldes aseguraron que no renunciarían a las posiciones que declaraban propias. Los combates por la estratégica Debaltsevo, cruce de caminos entre los principales bastiones prorrusos de Donetsk y Lugansk, no cesaron en ningún momento desde el alto el fuego que entró en vigor el pasado domingo. Ucrania y sus aliados acusaban a los insurgentes y a Rusia de quebrar el cese del fuego, y las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL) exigían la rendición de las unidades que decían tener cercadas en terreno propio.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, convalidó la versión de los rebeldes que su país apoya. “Espero que prevalezca el sentido común”, declaró antes de urgir a los insurgentes a abastecer a los rendidos con alimentos y vestimenta. El vicepresidente de Estados Unidos, en cambio, había declarado antes que Rusia había violado el acuerdo de Minsk.
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