Milicianos del grupo islamita Al Shabaab realizaron un atentado terrorista frente a un hotel de la capital de Somalia, donde se hallaban ministros y legisladores, en un ataque que mató a 25 personas. El ataque fue realizado con un coche bomba y también por un suicida que hizo estallar una bomba dentro del complejo.

El ataque en la ciudad de Mogadiscio, uno de los más letales de los últimos años, ocurrió al mediodía y tuvo como blanco el Hotel Central, cercano al Palacio Presidencial. Espesas nubes de humo negro se alzaron al cielo desde el edificio mientras las ambulancias acudían al lugar haciendo sonar sus sirenas. La policía aseguró que el viceprimer ministro, Mohamed Omar Arte, y el ministro de Puertos y Transporte Marítimo, Nur Farah Hirsi, sufrieron heridas leves. El ministro de Información, Mohamed Abdi Hayir Mareye, dijo a la prensa que entre los fallecidos figuran un diputado y el vicejefe de gobierno de la ciudad.

La policía dijo que el ataque comenzó con la detonación de un coche bomba en la entrada del hotel, y que luego un suicida se inmoló con una bomba dentro del complejo, donde además se desató un tiroteo.

El presidente de Somalia, Hassan Sheik Mohamud, condenó el ataque de ayer durante una rueda de prensa, en la que mostró sus condolencias a los familiares de las víctimas y aseguró lanzar una ofensiva contra la organización terrorista.

El grupo Al Shabaab, que años atrás controlaba casi todo el país del noroeste de Africa pero que comenzó a perder territorios en medio de la guerra contra el gobierno, reivindicó el ataque contra el hotel. “Estamos detrás del ataque. Atacamos a funcionarios del gobierno en el hotel, y esto es parte de nuestra operación en Mogadiscio”, dijo el vocero de operaciones militares de Al Shabaab, jeque Abdiasis Abu Musab. El grupo terrorista tiene como objetivo derribar el gobierno de Somalia e imponer su estricta visión de la ley islámica en el país del Cuerno de Africa. El grupo amenazó con atacar a los legisladores por aprobar el despliegue de tropas de paz africanas que se hallan en Somalia para ayudar al gobierno en su lucha contra los islamitas, que también cometieron ataques en países vecinos. El grupo extremista multiplicó sus atentados contra sitios clave de seguridad y edificios de gobierno con la aparente intención de desacreditar las afirmaciones del gobierno y de las tropas de la Unión Africana (UA) de que están ganando la guerra contra Al Shabaab.