Irán y Estados Unidos limaron asperezas en aspectos relacionados con la manera de eliminar el desarrollo nuclear de la nación persa. El director de la Organización de Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi, dijo que el 90 por ciento de las cuestiones técnicas estaban resueltas, pero reconoció que el principal tema que está pendiente es muy importante. Fuentes diplomáticas estadounidenses afirmaron que en la reunión de cuatro horas que mantuvieron ayer los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, y de Irán, Mohamad Yavad Zarif, se identificaron opciones para cada uno de los temas en los que existen divergencias. Entre las cuestiones técnicas más delicadas se encuentra la forma de garantizar que la capacidad nuclear que mantendría la República Islámica no le permitiría producir material fisible (uranio enriquecido o plutonio) suficiente para crear un arma atómica en un plazo menor de un año.

Todo esto en caso de que Teherán violase el eventual acuerdo nuclear que se intenta alcanzar antes de que concluya el mes, lo que daría tiempo a la comunidad internacional para adoptar otras medidas. Una condición de base en estas negociaciones es que las estrictas restricciones impuestas al programa nuclear iraní se aplicarán por un período de diez años y que se levantarían gradualmente durante los cinco años siguientes. El nivel de funcionamiento y control sobre las instalaciones nucleares, así como el número de centrífugas donde se enriquece el uranio, son dos elementos técnicos esenciales en estas discusiones, a partir de los cuales se podrá medir la capacidad nuclear de Irán.

Negociadores estadounidenses confirmaron en Lausana, Suiza, que el objetivo es cerrar todos los caminos hacia el material fisible para un arma nuclear. En concreto, mencionaron las plantas de enriquecimiento de Natanz y Fordow, así como el reactor de agua pesada de Arak, destinada a la producción de plutonio. Asimismo, se refirieron al camino cubierto hacia armamento nuclear, en referencia a la instalación militar iraní de Parchin, donde se sospecha que Irán estaría desarrollando actividades nucleares escondidas.

Kerry y Zarif reanudaron ayer sus reuniones, acompañados por el secretario de Energía de Estados Unidos, Ernest Moniz, y el director de la Organización de Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi. También asistieron los viceministros de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, y la adjunta de Kerry, Wendy Sherman, quienes han estado a la cabeza de sus respectivos equipos técnicos de negociación durante los últimos quince meses.

Asimismo, se anunció que hoy se incorporarán a las negociaciones los equipos técnicos de los países del Grupo 5-1, que junto a Estados Unidos integran Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania. El acuerdo político que se busca cerrar es entre Irán y ese grupo de seis potencias. Sin embargo, durante la primera jornada de conversaciones, tanto representantes iraníes como del grupo de seis potencias con las que negocia su programa nuclear intentaron moderar las expectativas sobre un acuerdo.

Fuentes diplomáticas que participaron en el proceso llegaron incluso a decir que Irán reabrió temas en los que supuestamente se había llegado a un entendimiento. Los negociadores se enfrentan al plazo autoimpuesto de fines de este mes para llegar a un acuerdo político integral que garantice que Irán no buscará desarrollar su programa nuclear y que aceptará estrictas limitaciones que demuestren a la comunidad internacional que el objetivo de estas actividades es puramente pacífico. De cumplirse ese plazo, quedarían tres meses para completar los arduos aspectos técnicos de un acuerdo de este tipo y cumplir así el plazo final, que vence el 30 de junio próximo.