La extrema derecha, que lidera de Marine Le Pen (foto), buscará hoy en la primera vuelta de las elecciones departamentales francesas su consolidación como partido más votado de Francia, en unos comicios donde los sondeos apuntan a una victoria del Frente Nacional (FN) en un contexto de fuerte abstención. Según el grueso de las encuestas, la presidenta de ese partido, que heredó en 2011 de su padre, Jean-Marie Le Pen, y que ha hecho progresar electoralmente en un contexto de crisis económica, reeditará su éxito en las elecciones al Parlamento Europeo del año pasado. Marine Le Pen volvería a situar a esa formación ultraconservadora como primer partido de Francia en porcentaje de voto en unos comicios en los que se elegirán los consejeros a 2054 consejos de los 101 departamentos franceses, con desempate el siguiente domingo si ningún candidato supera el 50 por ciento de los votos en la primera vuelta. Sus competencias se limitan a asuntos como la protección de la infancia y la atribución de ciertas ayudas sociales, la gestión de algunas carreteras, del material escolar de ciertas bibliotecas y archivos o la administración turística.