Vie 10.04.2015

EL MUNDO  › AL MENOS TRES MUERTOS EN ITALIA DESPUES DE QUE UN EMPRESARIO ABRIERA FUEGO EN UN TRIBUNAL

Terror en el Palacio de Justicia de Milán

El atacante, Claudio Giardiello, un empresario de la construcción, de 57 años, enfrentaba un proceso por bancarrota fraudulenta. Entre los fallecidos figura el juez del sector de quiebras empresariales, Fernando Ciampi.

Al menos tres personas murieron ayer en el Palacio de Justicia de Milán, al norte de Italia, cuando un empresario abrió fuego sobre las personas que se encontraban en la sede judicial. El tiroteo comenzó a las 11 hora local (6 de la Argentina) y los medios locales identificaron como autor de los hechos a Claudio Giardiello, empresario del sector de la construcción, de 57 años, que encaraba un proceso por bancarrota fraudulenta. Entre los fallecidos figura el juez del sector de quiebras empresariales Fernando Ciampi, informó el presidente del Tribunal de Apelación, Giovanni Canzio. Además, perdieron la vida el abogado Lorenzo Alberto Claris Appiani y otro de los imputados en el proceso, Giorgio Erba, que llegó con vida al hospital policlínico de Milán, pero que finalmente falleció en el quirófano a causa de las graves heridas recibidas, confirmaron fuentes del establecimiento sanitario. Otro herido de bala presentó graves daños en el abdomen, pero llegó al hospital milanés de Naguarda lúcido y era sometido a una intervención quirúrgica.

De acuerdo con la información proporcionada por el diario italiano Corriere della Sera, Giardiello accionó el revólver después de que el abogado defensor se negara a seguir defendiéndolo. “Escuché disparos y vi a un hombre con una pierna ensangrentada, me asusté y corrí”, confesó un testigo al rotativo La Repubblica. A pesar de que las circunstancias del ataque aún no fueron aclaradas oficialmente, testigos mencionados por medios locales señalaron que el suceso se habría iniciado en la tercera planta del Palacio de Justicia, donde se celebraba un proceso en contra del supuesto autor de los hechos.

Sentado entre el público, Giardiello atendía al interrogatorio de un testigo por parte de los fiscales que ejercen la acusación del caso, que alude a la quiebra de la sociedad inmobiliaria Magenta. En ese momento, y siempre de acuerdo con las primeras reconstrucciones, el empresario sacó el arma y disparó a su ex abogado Claris Appiani, quien en ese momento participaba en el juicio como testigo.

A continuación, realizó otros cinco disparos contra quienes se encontraban en el salón, entre ellos, otro de los imputados, Erba, quien falleció posteriormente. El presunto autor de los hechos se desplazó entonces al segundo piso del edificio, buscó el despacho del juez Ciampi y lo asesinó del mismo modo. Tras el tiroteo, las autoridades italianas desalojaron el edificio. Primero hicieron salir a las mujeres ante la hipótesis de que el autor del tiroteo permanecía en el interior del edificio. Los investigadores concluyeron posteriormente que el responsable del crimen, tras permanecer una hora escondido en el tribunal, había logrado huir en una moto; tesis que fue confirmada una hora después por el ministro italiano del Interior, Angelino Alfano, quien dio la noticia de la detención del presunto asesino de Milán en el municipio de Vimercate, a las puertas de la capital lombarda. Giardiello está arrestado en una comisaría del Cuerpo de Carabineros y en las próximas horas será sometido a un interrogatorio. Al lugar donde sucedió el ataque llegaron varias autoridades, como el propio alcalde de Milán, Giuliano Pisapia, que suspendió un comité que había sido convocado precisamente para abordar cuestiones de seguridad y orden público de cara al comienzo de la Exposición Universal, que tendrá lugar en mayo.

También había anunciado su presencia el ministro de Justicia, Andrea Orlando, y el primer ministro, Matteo Renzi, se puso en contacto con el carabinero que detuvo a Giardiello. Los medios de comunicación italianos cuestionaron los sistemas de seguridad de los tribunales y se preguntaron cómo pudo el autor de los hechos deslizarse en la sede judicial con un arma de fuego entre sus ropas. El viceministro del Interior, Filippo Bubbico, dijo en declaraciones al canal de televisión Sky que verificarán las circunstancias de los hechos y defendió la gestión por parte de empresas externas de la seguridad en los tribunales. “Este episodio señala una disfunción del mecanismo de seguridad. Ahora, habrá que comprender cómo ha podido ocurrir”, señaló.

Según Valerio Marianello, un abogado que participó del juicio, Giardiello era una persona difícil de patrocinar porque no se dejaba aconsejar. “Pensaba que todo el mundo lo quería timar, era paranoico.” Marianello renunció también a seguir representándolo hace varios años.

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