El papa Francisco pidió ayer llegar a un “consenso razonable” en relación con el genocidio armenio, ocurrido hace cien años a manos del Imperio Otomano, y resaltó la necesidad de “curar las heridas” y “acelerar los gestos de reconciliación y paz entre las naciones” que aún no las han alcanzado.

Así lo expresó el Papa durante un discurso dirigido a veinte obispos del Sínodo de la Iglesia Armenio-Católica que participarán el próximo domingo en la misa que celebrará en la Santa Sede para los fieles de rito armenio, como parte de la extensa agenda de actividades recordatorias de la masacre que costó la vida a más de un millón y medio de personas. Francisco adelantó que el oficio recordará el genocidio, abogará por la reconciliación, rezará por las víctimas y pedirá “curar todas las heridas de tan tristes acontecimientos”, informó la Santa Sede.