EL MUNDO › EL PRESIDENTE POROSHENKO DIJO QUE LAS MUERTES DE OPOSITORES BENEFICIAN A SUS ENEMIGOS
Buzina, de 45 años, que había escrito varios libros críticos con el nacionalismo ucraniano, fue candidato a diputado en 2012 por un partido minoritario prorruso. Anteayer habían asesinado a otro periodista prorruso en Kiev.
Oles Buzina, un reconocido periodista ucraniano prorruso, fue ultimado ayer en Kiev. Se trata de la segunda muerte provocada por disparos de arma de fuego contra un personaje favorable a Moscú, que tiene lugar en la capital ucraniana en un plazo de 24 horas. “El periodista Oles Buzina acaba de ser asesinado en el número 58 de la calle Degtiarivska, no lejos del centro de la ciudad”, escribió en su página de Facebook el consejero del Ministerio del Interior ucraniano, Anton Guerachchenko, información que fue confirmada luego por el servicio de prensa del ministerio. El miércoles por la noche, un funcionario del antiguo gobierno prorruso, el ex diputado del Partido de las Regiones Oleg Kalachnikov, fue encontrado muerto, también alcanzado por balazos. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, se mostró preocupado por las numerosas muertes de opositores y consideró que se trata de crímenes políticos y que ambos crímenes eran una desafío en beneficio de los enemigos de Ucrania.
El asesor del Ministerio del Interior ucraniano fue el primero en dar información sobre el asesinato del periodista. En este sentido, señaló que Buzina fue tiroteado desde un coche Ford Focus de color azul oscuro y que llevaba matrícula de otro país. “Parece que continúan los asesinatos de los testigos en el caso Antimaidan”, dijo Guerachchenko, en alusión al movimiento organizado por las fuerzas oficialistas para contrarrestar las protestas antigubernamentales que tuvieron lugar entre fines de 2013 y principios de 2014 y acabaron con el régimen del presidente prorruso Viktor Yanukovich.
Según testimonios de los vecinos del periodista asesinado, se escucharon por lo menos cuatro disparos, uno de los cuales alcanzó en la cabeza a Buzina, cuyo cuerpo fue encontrado en el patio del edificio de viviendas donde residía. Anteayer, el político ucraniano Oleg Kalachnikov fue asesinado también de varios disparos en el portal de su casa en Kiev.
El presidente Vladimir Putin, que fue informado del asesinato del periodista mientras participaba en su Línea Directa en televisión respondiendo a preguntas de los ciudadanos rusos (ver aparte), señaló brevemente que no es el primer asesinato político en Ucrania, pero que en Europa y Estados Unidos prefieren mirar hacia otro lado.
Buzina, de 45 años, que había escrito varios libros críticos con el nacionalismo ucraniano, fue candidato a diputado en 2012 por un partido minoritario prorruso. Y se desempeñó como reportero antes de convertirse en redactor jefe del diario Segodnya, financiado por el hombre más rico del país, Rinat Akhmetov, quien fue también el principal promotor del Partido de Regiones, formación del ex presidente prorruso Viktor Yanukovich. Antes de ser asesinado, el periodista hablaba frecuentemente en la televisión rusa sobre la crisis ucraniana.
Hijo de un teniente coronel de la KGB, Buzina, que escribía en su web que rusos, ucranianos y bielorrusos eran un solo y único pueblo y se mostraba partidario de la federalización de Ucrania por la que apuesta Rusia, acusaba a Kiev de querer destruir la cultura rusa. También se opuso a las protestas proeuropeas del año pasado que tuvieron lugar en la plaza Maidan, aunque era considerado un independiente, ya que se distanció de Yanukovich. En el último tiempo denunció haber sufrido la censura del nuevo gobierno y aseguró que estaba prohibido en la televisión. Además, dejó hace poco su cargo como redactor jefe en Segodnya.
Los medios locales indicaron que en las últimas semanas hubo más de diez muertes de opositores. Los asesinatos de Kalachnikov y de Buzina llegan tras una serie de presuntos suicidios de altos responsables del régimen prorruso, como Olexandre Pekluchenko, ex gobernador, o Stanislav Melnik, ex diputado, ambos militantes de la formación de Yanukovich. El hijo menor del ex presidente también fue encontrado muerto a fines de marzo, tras un extraño accidente en un minibús. El Partido de las Regiones, de lejos el más poderoso en Ucrania bajo la presidencia de Yanukovich, desapareció prácticamente de la escena política desde la destitución del ex presidente prorruso, en febrero de 2014.
El presidente ucraniano vinculó los asesinatos de Buzina y Kalachnikov y señaló que era evidente que ambos crímenes eran del mismo tipo. “Su naturaleza y sentido político –dijo– están claros: es una provocación deliberada que ayuda a nuestros enemigos y desestabiliza la situación política interna de Ucrania a desacreditar la elección del pueblo ucraniano.” Poroshenko pidió que se realice una investigación rápida, transparente y exhaustiva para esclarecer lo ocurrido con ambos asesinatos. “Exijo a los órganos de seguridad que en el menor tiempo posible encuentren a los autores y den los nombres de los organizadores de estos asesinatos”, manifestó el mandatario ucraniano. Asimismo, agregó que teniendo en cuenta la resonancia de estos crímenes, los órganos de seguridad deberán rendir cuentas regularmente ante la sociedad sobre la marcha y los resultados de las investigaciones.
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