La presidenta Cristina Fernández de Kirchner saludó a través de una carta a su par salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, por la beatificación del arzobispo Oscar Romero, asesinado hace 35 años. En la misiva, recordó el pensamiento del flamante beato y se refirió al asesinato del obispo Enrique Angelelli.

La mandataria argentina recordó el trabajo del sumo pontífice en la beatificación del obispo de El Salvador. “Una vez más, el papa Francisco hace caminar a la Iglesia junto a los pobres y perseguidos, aquellos quienes con amor por su obispo lo bautizaron ‘San Romero de América, pastor y mártir nuestro –expresó–. El 24 de marzo de 1980 fue un día doblemente triste para el pueblo argentino, ya que mientras un sicario destruía el corazón del obispo salvadoreño, se cumplía en nuestro país el cuarto aniversario del inicio de la dictadura cívica-militar, enemiga del pueblo y de los curas que acompañaban el sufrimiento y la persecución de los más débiles y humildes.”

La carta agregó sobre Romero: “Así como dijo ‘La oligarquía, al ver que existe el peligro de que pierda el completo dominio que tiene sobre el control de la inversión, de la agroexportación y sobre el casi monopolio de la tierra, está defendiendo sus egoístas intereses’. Pero no lo hace con razones ni con apoyo popular, sino con lo único que tiene: dinero que le permite comprar armas y pagar mercenarios que están masacrando al pueblo y ahogando toda legítima expresión que clama justicia y libertad”, escribió.

Cristina recordó, asimismo, que “fue duro reponerse de la muerte del obispo Romero a quienes ya habíamos sufrido el asesinato de nuestro obispo, monseñor Enrique Angelelli en 1976. Ambos derramaron su sangre por su apego a las enseñanzas del Evangelio”, expresó. “La memoria del obispo Romero nos indica el camino, y su vida y martirio nos comprometen a seguir trabajando con las enseñanzas que nos legó”, dijo.

En su misiva a Sánchez Cerén, Cristina se refirió a la Galería de los Patriotas Latinoamericanos del Bicentenario, a la cual fue incorporado el flamante beato. “Ahí, junto a, entre otros, San Martín, Bolívar, Emiliano Zapata, Salvador Allende, Eloy Alfaro, Tupac Katarí, se encuentra el retrato de Oscar Romero”, expresó. “El 23 de mayo estaremos con nuestros pensamientos junto al pueblo salvadoreño honrando a San Romero de América, ahora designado beato por el papa Francisco. Monseñor Oscar Arnulfo Romero no sólo resucitó en todo el pueblo latinoamericano que reconoce en él tanto el misterio divino como la fraternidad de las utopías de ayer y las realidades de hoy”, concluye la carta de Cristina.